Las mujeres que intentan quedarse embarazadas, o que ya lo están, deberían dejar de fumar porque un solo cigarrillo al día, antes o durante el embarazo, basta para causar importantes problemas de salud en el bebé, según un estudio publicado este martes en la revista Journal of Epidemiology & Community Health.
Al ser un estudio observacional, las conclusiones no son firmes pero los autores creen que los resultados demuestran que no hay un periodo ni un nivel seguro de consumo de tabaco poco antes o durante el embarazo, por lo que insisten en la necesidad de prevenir la iniciación al tabaquismo y de promover el abandono de este hábito en las fumadoras.
Solo en Estados Unidos, una de cada diez embarazadas fuma, pese a que se sabe que fumar durante el embarazo eleva el riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer y retraso del crecimiento en el útero.
Lo que no se ha estudiado tanto es hasta qué punto el momento y la intensidad del consumo de cigarrillos por parte de la madre pueden afectar al recién nacido, y eso es importante porque muchas mujeres creen que no pasa nada por fumar antes de la concepción o en el primer trimestre.
Para averiguarlo, un equipo de científicos de China y Suiza, liderados por Lili Yang, de la Universidad Shandong (China), emplearon los datos nacionales de nacimientos de los Estados Unidos (NVSS) entre 2016 y 2019, que registró 15,3 millones de nacimientos vivos.
Al excluir los partos múltiples, las mujeres con presión arterial alta o diabetes antes del embarazo, o sin información sobre el consumo de cigarrillos en los 3 meses anteriores y durante su embarazo, quedaron 12,1 millones de parejas madre-hijo disponibles para el estudio.
Cerca del 9 % de las madres habían dejado de fumar antes del embarazo, el 7 % en el primer trimestre, el 6 % en el segundo y algo menos del 6 % en el tercero.
Las mujeres que fumaban presentaban más factores de riesgo de problemas de salud neonatal: tendían a ser más jóvenes, blancas no hispanas, solteras y obesas, y a tener un nivel educativo bajo, más partos previos y menos asistencias a la atención prenatal.
Los principales problemas de salud neonatal fueron: necesidad de ventilación asistida inmediatamente después del parto; ventilación asistida durante más de 6 horas; ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos para ventilación mecánica continua; sospecha de sepsis, convulsiones o problemas neurológicos graves. (EFE).