Es época de Fiestas, días en los cuales la alimentación saludable puede descarrilarse. Por eso, es importante cumplir con una misión estratégica: resetear los intestinos, es decir, limpiarlos, para enfrentar la comilona con una microbiota fuerte.
La microbiota intestinal está formada por una amplia variedad de bacterias, virus, hongos y otros microorganismos presentes en el tracto digestivo humano. Mantener este medio ambiente saludable puede hacer una enorme diferencia en la salud estomacal y general.
Estos microorganismos que habitan en los intestinos no son malos. Pero su desbalance lo es, y este puede ocurrir cuando no se mantiene una buena nutrición. Los alimentos que se consumen, ahora y durante todo el año son esenciales.
Los siguientes son cinco hábitos esenciales para resetear los intestinos, mantener una microbiota sana y prevenir enfermedades estomacales.
1. Consumir probióticos de manera consistente
Los probióticos que se encuentran en alimentos y bebidas fermentados (como el yogur, el queso, el kéfir, el kimchi y el chucrut) pueden agregar organismos saludables al intestino. Pero incluirlos ocasionalmente no ayuda mucho a mejorar la microbiota, hay que intentar integrarlos a diario, en una o más comidas para obtener el mayor beneficio de ellos.
Expertos afirman que el consumo de probióticos debe ser algo habitual.
2. Consumir más alimentos que contengan fibra
Una dieta basada en alimentos integrales y plantas que proporcionen fibra, todos los nutrientes esenciales y antioxidantes mantienen un intestino fuerte, un sistema inmunológico saludable y una buena salud en general.
3. Evitar productos que son toxinas para los intestinos
El consumo excesivo de alcohol, el tabaco, la marihuana y todas las drogas ilegales son veneno: destruyen las células y las bacterias sanas en el intestino, generando una microbiota tóxica.
4. Limitar al mínimo el consumo de alimentos procesados
Muchos de los alimentos procesados como cereales, enlatados, no son malos por si mismos. Pero la mayoría de las veces se les añaden ingredientes como sal, azúcar y grasa a los estos alimentos para hacer que su sabor sea más atractivo y prolongar su vida útil; o en algunos casos para contribuir a la estructura del alimento, como la sal en el pan o el azúcar en los pasteles.
Comprar alimentos procesados puede hacer que las personas coman más cantidades de azúcar, sal y grasa de las recomendadas, ya que es posible que no sepan cuánto se ha agregado a los alimentos que compran y comen.
El consumo excesivo de estos productos puede alterar irremediablemente la microbiota intestinal.
5. Dormir bien, hacer ejercicio y estar con buenos amigos
Aunque son acciones que no parecen estar directamente relacionadas con la nutrición, dormir ocho horas, ejercitar regularmente y las buenas relaciones tienen un impacto positivo en la microbiota intestinal.
Los microorganismos son parte integral de la vida humana y llevan a cabo diversas funciones vitales: pueden tener un potente impacto en la salud. De hecho, hay aproximadamente 10 veces más células bacterianas que células humanas en el sistema gastrointestinal.
La investigación sugiere que la composición de la población bacteriana intestinal, y las posibles alteraciones tienen vínculos con:
asma
trastorno del espectro autista
cáncer
enfermedad celíaca
diabetes
eczema
cardiopatía
desnutrición
esclerosis múltiple
obesidad. (Hola Doctor).