Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, más de 700.000 personas en el mundo mueren debido a la resistencia a los antimicrobianos (RAM), y esta cifra sigue en aumento. Este problema representa una de las diez principales amenazas para la salud pública global.
La RAM sucede cuando las bacterias, hongos, virus y parásitos dejan de reaccionar a los medicamentos antimicrobianos, lo que hace que estos ya no funcionen bien contra las infecciones y sea más difícil curarlas.
Los antibióticos, antivirales y antifúngicos son algunos de los tipos de medicamentos antimicrobianos. No solo se utilizan para tratar enfermedades en personas, sino también en la producción de alimentos y en el cuidado de los animales. Además, los residuos de eliminación de los organismos que han consumido antimicrobianos pueden contaminar al medio ambiente, es decir, suelos, fuentes hídricas, otros animales y plantas.
En la salud de las personas, el uso inadecuado de los antimicrobianos hace que los microorganismos se vuelvan más fuertes y resistentes, es decir, que estos medicamentos no tengan efecto sobre ellos, lo que prolonga las hospitalizaciones, aumenta los costos de salud y eleva la mortalidad.
Para fomentar el uso responsable de los antimicrobianos y prevenir la RAM, el Ministerio de Salud y Protección Social recomienda lo siguiente:
Solo tome antimicrobianos (antibióticos, antivirales, antifúngicos) si su médico se los receta y consulte las instrucciones de uso. Automedicarse no garantiza que sus síntomas mejoren y tampoco que los tratamientos sean efectivos.
Siga las recomendaciones del profesional de la salud. Tome los antimicrobianos en las dosis y tiempo indicado, no los suspenda, aunque antes de terminarlos los síntomas hayan disminuido o desaparecido.
No aumente ni disminuya la dosis por cuenta propia. Tomar más o menos antimicrobiano del recomendado, no hará que la enfermedad desaparezca más rápido, por el contrario, puede causar efectos secundarios.
Si los síntomas persisten, consulte a su médico. No prolongue el uso del antimicrobianos sin orientación médica, puesto que podría necesitar otro tratamiento.
Recuerde que los antibióticos solo sirven contra bacterias. No son eficaces contra virus como la gripa. Usarlos sin necesidad contribuye a que pierdan su efectividad.