Siendo las enfermedades cardiovasculares la primera causa de muerte en México, y en el mundo, es natural que nos preocupemos por cualquier señal que sintamos diferente. Las arritmias cardiacas son más comunes de lo que podemos suponer y pueden tener diferentes significados.

Sin embargo, que sean comunes y a veces hasta inofensivas no quiere decir que nos vamos a descuidar o las vamos a ignorar. Las palpitaciones o taquicardia, son síntomas que ameritan la visita al especialista sin lugar a dudas. Más aún cuando hay dificultad respiratoria u opresión toráxica cuando se hace algún esfuerzo físico, así lo asevera el doctor Rigoberto Marcano, médico internista especializado en atención de hipertensión y diabetes, quien agrega que, si tenemos familiares directos como padres o abuelos con hipertensión, diabetes o que hayan sufrido eventos cardio o cerebrovasculares, deben chequearnos también ante cualquier sensación fuera de lo común.

Según se explica en la Clínica Mayo, las arritmias cardíacas son irregularidades en el ritmo cardíaco y suceden cuando los impulsos eléctricos que coordinan los latidos del corazón no están funcionando del todo bien. Pueden llevar a situaciones donde el corazón late demasiado rápido (taquicardia), demasiado lento (bradicardia) o de manera irregular. Y esta irregularidad puede aparecer más frecuentemente con el envejecimiento.

Es interesante destacar que estas arritmias pueden manifestarse de diferentes maneras, desde una sensación de aleteo en el pecho hasta un ritmo cardíaco acelerado. Aunque en muchos casos son inofensivas, algunas arritmias pueden presentar signos y síntomas molestos e, incluso, llegar a ser peligrosas por lo cual, como menciona el especialista, lo mejor es procurar la visita con el médico especialista.

Y es que tener un ritmo cardíaco rápido o lento a veces puede ser completamente normal, especialmente en situaciones como el ejercicio, donde la frecuencia cardíaca puede aumentar, o durante el sueño, cuando tiende a disminuir. Estar al tanto de estas variaciones y comprender mejor tu propio ritmo cardíaco puede ser clave para mantener un corazón saludable. De hecho, medir nuestra frecuencia cardíaca es una forma barata y sencilla de monitorear nuestra salud.

El doctor Marcano explica que las palpitaciones, la sensación de brincos en el pecho, y la sensación de ausencia de latido de forma intermitente con o sin falta de aire, sobre todo cuando estamos cuando estás estresado, pueden ser señales de que una arritmia que hay que observar y que puede tener numerosas causas.

En el caso de las taquicardias, es decir, cuando la frecuencia cardíaca en reposo es mayor a 100 latidos por minuto, hay tipos de arritmia que ameritan cuidado inmediato, tal es el caso de la fibrilación auricular, que se caracteriza por una señalización caótica del corazón, resultando en una frecuencia cardíaca rápida y descoordinada. Puede ser temporal, pero podría requerir tratamiento. Esta se asocia a afecciones graves como un accidente cerebrovascular.

Asimismo, la fibrilación ventricular, se produce cuando señales eléctricas caóticas hacen que las cavidades inferiores del corazón tiemblen en lugar de contraerse de manera coordinada. Este tipo de arritmia puede ser muy grave y amerita atención inmediata.

Otros tipos de taquicardia son el aleteo auricular, que es similar a la fibrilación auricular, pero con latidos más organizados; la taquicardia supraventricular, que son arritmias que se originan sobre las cavidades inferiores del corazón y provoca episodios de latidos fuertes del corazón que inician y terminan abruptamente. Y la taquicardia ventricular, que es la frecuencia cardíaca rápida y regular debido a señales eléctricas defectuosas en las cavidades inferiores del corazón. Esta puede no ser problemática en corazones saludables, pero en personas con enfermedades cardíacas, puede requerir tratamiento médico inmediato.

En el caso de la bradicardia, cuando la frecuencia cardíaca en reposo es inferior a 60 latidos por minuto, es difícil que detectemos síntomas tan notorios como ocurre con las palpitaciones. En cualquier caso, es el médico, quien puede detectar algo importante en su chequeo regular.

Ahora bien, debemos solicitar asistencia médica inmediata si sentimos que el corazón nos está latiendo demasiado rápido o demasiado lento; si sentimos que se están saltando latidos, si tenemos además falta de aliento, sensación de debilidad, mareos, dolores en el pecho o cualquier sensación inusual.

Esto toma mayor importancia si estamos dentro de los factores de riesgo, es decir, que tenemos diagnóstico de enfermedad cardíaca o cualquier otra afección cardiovascular, sufrimos de presión arterial alta, tenemos problemas de tiroides, o tenemos hábitos de consumo de drogas o alcohol.

Si sentimos palpitaciones, Medical News Today sugiere, entre otras cosas, tratar de practicar algunas técnicas de relajación, como la respiración controlada, hidratarnos adecuadamente manteniendo en equilibrio los electrolitos y evitar el consumo de alcohol. Si no sentimos mejoría, es recomendable llamar al médico.

Para prevenir su aparición es aconsejable mantenernos físicamente activos, además de seguir una alimentación equilibrada y saludable que favorezca nuestra salud cardiovascular, eliminar de nuestra vida hábitos como el tabaquismo, controlar el consumo de cafeína, mantener a raya el estrés, evitar situaciones que nos generen ira y visitar al médico con regularidad. (Yahoo/vida y estilo).