El sofrito, refrito, hogado, hogo, salteado o rehogado es la base de muchos platillos en todo el mundo.
Aunque se utiliza para conseguir sabor y textura, también existe evidencia sobre sus efectos positivos para la salud. Aquí repasamos cuáles son sus beneficios y a qué se deben.
Como señalamos, el sofrito es una base para preparar otros platillos. Consiste en trozar o picar en pequeños pedazos distintos vegetales o hierbas para luego freírlos en un material graso hasta que se deshacen (por el líquido que sueltan) o caramelizan (por la cocción de sus azúcares).
Los ingredientes y proporciones que se utilizan para realizar esta preparación dependen de la región o del platillo que se desee preparar, pero normalmente se opta por cebolla, ajo, tomate, pimiento, apio o zanahoria.
A su vez, el material graso para freír puede ser grasa o mantequilla, pero es común que se opte por aceites vegetales, especialmente el de oliva.
Los efectos que el sofrito tiene sobre la salud dependen de lo que se utilice para prepararlo. Por ejemplo, estas son las propiedades de sus ingredientes más comunes:
Aceite de oliva
El aceite de oliva es rico en vitaminas solubles en grasa, como la A, D, K, y, especialmente, E. También se destaca su rico contenido de ácido oleico, que posee importantes efectos antioxidantes. Por este motivo, su consumo se vincula a:
Mejor control de los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre.
Mejor control de los niveles de azúcar en sangre.
Mejor función digestiva.
Mejor funcionamiento del sistema inmunitario.
Piel más fuerte y saludable.
Ajo
El ajo está formado principalmente por agua, carbohidratos, vitamina, especialmente B y C, y minerales, como calcio, fósforo, magnesio y potasio. También posee alicina, una sustancia a la que se le atribuyen la mayoría de sus beneficios:
Aliviar el dolor de muelas.
Cuidar la salud de la piel.
Efectos antibacterianos y antifúngico.
Prevenir trastornos estomacales.
Proteger la salud cardiovascular.
Reducir los niveles de colesterol en sangre.
Cebolla
La cebolla tiene vitamina A, B y C, calcio, magnesio, fósforo, hierro y potasio. Sus componentes activos son la alicina y la aliina, a los que se les atribuye distintas propiedades:
Ayudar a calmar la tos y los resfriados.
Controlar los niveles de colesterol.
Reducir el impacto de las bacterias, virus y hongos sobre el organismo.
Reducir el riesgo de padecer enfermedades o trastornos de la piel.
Pimiento
Los pimientos se caracterizan por ser ricos en minerales, vitaminas, fibra y compuestos antioxidantes. La capsaicina, componente activo que les da su sabor y picor característico, también es responsable de muchas de sus propiedades:
Ayudar a combatir infecciones.
Mejorar el proceso digestivo.
Prevenir trastornos gastrointestinales, como el estreñimiento.
Reducir el impacto de los radicales libres, moléculas inestables que afectan a las estructuras celulares sanas.
Reducir los niveles de colesterol en sangre.
Tomate
A los tomates se los considera superalimentos, ya que poseen una importante cantidad de vitamina A, B, C, E, y K, y minerales, como cobre, fósforo, magnesio, manganeso, y potasio.
También se destaca su alto contenido de agua, fibra dietética y proteínas, así como una serie de compuestos orgánicos como el licopeno, que le da su color rojo, y se asocian a distintos beneficios:
Cuidar la piel
Efectos antiinflamatorios.
Facilitar la digestión.
Proteger el corazón.
Reducir el riesgo de problemas bucales.
Efectos del sofrito
Aunque aún la evidencia es escasa, los expertos advierten que las propiedades de los ingredientes que se utilizan en el sofrito pueden potenciarse gracias a cómo interactúan durante este procedimiento, y a la cocción larga y a baja temperatura a la que se someten.
En un estudio publicado en Molecules, un grupo de investigadores de la Universidad de Barcelona y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn), señaló que el aceite de oliva puede funcionar como un excipiente alimentario, es decir, facilita la absorción de ciertos compuestos difíciles de retener por parte del organismo.
Los expertos analizaron el efecto de sofreír con aceite de oliva, tomate, cebolla y ajo. Tras el proceso de cocción, hallaron una mayor concentración de sus componentes bioactivos en el aceite de oliva, como naringenina, ácido ferúlico, quercetina, y carotenoides Z-isómeros.
Para aprovechar los efectos del sofrito es muy importante que este se realice mediante una cocción lenta, a fuego bajo. Esto evitará que muchos de los compuestos de los ingredientes que se utilicen, como polifenoles y carotenoides, se vean afectados. (HolaDoctor.com).