Las redes de transmisión de energía eléctrica permiten distribuir de manera eficiente y eficaz el recurso y llegar hasta las zonas más apartadas de esa Colombia que lo necesita a diario, para su desarrollo y calidad de vida. Hoy Enlaza, del Grupo Energía Bogotá (GEB), recorre con sus activos y proyectos más de 4.200 kilómetros de líneas, para llegar con su infraestructura a 181 municipios del país.
Sin embargo, por múltiples factores ajenos a la voluntad de la compañía, los proyectos no avanzan a la velocidad debida y es indispensable reflexionar en este punto del camino sobre la importancia de hacerlos en el tiempo estimado por la Unidad de Planeación Minero-Energética (Upme), entidad encargada de estudiar la importancia y la necesidad de cada proyecto en el país, frente a la inconveniencia de cada retraso o cambio sin justificación técnica específica.
“Es importante y urgente que los proyectos de transmisión de energía eléctrica avancen. Debemos ser claros que en Colombia hay riesgos desde el punto de vista energético: capacidad, confiabilidad y continuidad del servicio, lo cual nos afecta a todos; desde el ciudadano común en su oportunidad de tener una vivienda con energía, hasta la industria en su inversión para generar empleos y el país en su esfuerzo por garantizar el servicio permanentemente”, afirma Fredy Zuleta Dávila, gerente General de Enlaza.
De igual forma, sumado al riesgo de desabastecimiento, los atrasos en los proyectos de transmisión son la principal restricción para llevar energía de fuentes limpias a los hogares y las empresas. Y en esa medida, los conflictos con comunidades y el licenciamiento ambiental serían los principales motivos del atraso en estos proyectos, y estarían siendo el mayor obstáculo en el avance de la transición energética.
“En la mayoría de los casos, los proyectos se retrasan por demoras en el licenciamiento, una paradoja pues son concebidos para facilitar la transición energética, es decir, para llevar al país a una matriz energética limpia y evitar el enorme impacto ambiental de generar energía con carbón. Por tanto, los pocos impactos de una línea de transmisión, que además se compensan ampliamente, son insignificantes al lado del beneficio ambiental que traen. Es más, retrasar los proyectos de transmisión tiene un impacto ambiental mayor que el que se pretende evitar”, agrega Fredy Zuleta, de Enlaza.
En ese contexto, no obstante, Enlaza sigue tendiendo líneas y construyendo torres y subestaciones, con el compromiso de fortalecer la red interconectada nacional, que agrupa empresas empeñadas en el mismo objetivo, con metas y desafíos en común para mejorar la eficiencia del servicio en toda Colombia y especialmente, donde no llega la energía que se requiere para el progreso.
Actualmente Enlaza avanza en la cobertura de sus redes de transmisión, para garantizar un servicio con seguridad y calidad, que permita llevar la energía que tanto necesita Colombia, desde donde se genera.