El espasmo o temblor del párpado es un movimiento repetitivo, esporádico e involuntario.
Aunque es una afección benigna y muy común entre la población, para muchos puede ser molesta. Veamos cuáles son sus principales causas y cómo evitarlo.
Comúnmente se lo llama temblor en el parpado, pero esta afección puede ser una mioquimia o un blefaroespasmo. Esto es una contracción involuntaria y repetitiva del músculo orbicular, es decir, el que rodea el ojo.
Se suele hablar de tres formas de temblor del párpado o blefaroespasmos:
Blefaroespasmo benigno esencial: es una alteración que normalmente afecta los dos ojos, causando cierres involuntarios, intensos y crónicos.
Espasmo hemifacial: es un trastorno que se produce sólo en los músculos de un lado de la cara.
Espasmo palpebral menor, contracción nerviosa o tic: es una ligera contracción del párpado. Rara vez requiere tratamiento y suele resolverse espontáneamente.
Quienes padecen este tipo de contracciones informan que suelen ser leves y se siente como un suave tirón en el párpado. Esto puede ocurrir cada pocos segundos durante un par de minutos.
A su vez, la aparición de estos episodios es impredecible, ya que pueden ser constantes a lo largo de todo el día, como también desaparecer por semanas o meses.
La mayoría de los casos de temblor en los párpados se resuelve sin necesidad de un tratamiento y rara vez es una señal de advertencia de un trastorno crónico del movimiento o problema de salud.
¿Por qué tiembla el párpado?
Debido a que rara vez el temblor en el párpado es señal de un problema grave, sus causas no suelen investigarse y se espera a que desaparezca solo.
Sin embargo, existen registros de ciertos factores que se vinculan a su aparición:
Blefaritis (inflamación del párpado).
Conjuntivitis.
Consumo excesivo de alcohol, cafeína o tabaco.
Distensión del párpado.
Efectos secundarios de ciertos medicamentos, especialmente antihistamínicos o antidepresivos.
Estrés.
Exposición a irritantes ambientales, como luz solar o artificial, tierra o viento.
Falta de sueño.
Fatiga.
Irritación ocular.
Ojos secos.
Rasguños.
Sensibilidad a la luz.
Sobreesfuerzo físico.
El parpadeo involuntario también puede vincularse a:
Alteraciones en el sistema nervioso central.
Conmoción cerebral.
Distonía.
Esclerosis Múltiple.
Enfermedad de Parkinson.
Parálisis de Bell (parálisis facial).
Síndrome de Meige
Síndrome de Tourette.
Si bien suele ser una afección benigna, puede perdurar o empeorar con el tiempo, y causar espasmos faciales, sensibilidad a la luz y visión borrosa.
¿Cómo evitar el temblor en el párpado?
Aunque el parpadeo involuntario suele desaparecer con el tiempo, si persiste puede ser muy molesto y se requerirá de ayuda profesional.
El tratamiento dependerá de aquello que haya causado el temblor o espasmo de párpado. Un médico puede realizar un diagnóstico y aconsejar distintas opciones:
Beber menos cafeína: ya sea café, té o bebidas energizantes.
Dormir lo suficiente y regularizar los horarios de sueño.
Mantener las superficies de los ojos lubricadas con lágrimas artificiales o gotas oculares de venta libre o recetadas.
Recibir inyecciones de toxina botulínica (Botox). Muchas veces se usan para tratar el blefaroespasmo esencial benigno, aunque a medida que desaparezcan los efectos de la inyección, es posible que necesite más aplicaciones.
Reducir el consumo de alcohol y tabaco.
Usar compresas tibias en los ojos cuando ocurran los temblores.
Usar lentes de sol para estar fuera. Esto ayuda a minimizar la sensibilidad a la luz.
Para los casos graves, se puede recurrir a una cirugía para extirpar algunos de los músculos y nervios de los párpados.
¿Cuándo ver a un doctor?
Los temblores de los párpados rara vez son lo suficientemente graves como para requerir tratamiento médico de emergencia.
Sin embargo, si el parpadeo involuntario se ve acompañado de los siguientes síntomas, deberás consultar a un profesional de la salud cuanto antes:
El párpado se cierra por completo cuando se produce el temblor.
El párpado superior se cae.
Los temblores o espasmos continúan durante varias semanas.
Los temblores o espasmos comienzan a afectar otras partes del rostro.
Se presenta ojos enrojecidos, hinchados o con secreciones inusuales. (HolaDoctor.com).