Cuando una persona siente ganas urgentes y repentinas de ir al baño, o expulsa gotas de orina en momentos que parecen los equivocados, puede estar padeciendo un síndrome conocido como vejiga hiperactiva.
Según la National Association of Continence, solo en los Estados Unidos 33 millones de personas padecen esta incómoda afección.
Los médicos pueden diagnosticar vejiga hiperactiva cuando aparecen estos síntomas comunes de manera persistente:
Orinar ocho o más veces al día, o más de dos veces a la noche (fenómeno conocido como nocturia)
Ganas repentinas de orinar y fuertes necesidades de hacerlo de inmediato
Pérdida de orina luego de haber tenido ganas repentinas de orinar
También puede presentarse incontinencia o pérdida del control de la vejiga
La mayoría de las veces, las causas se desconocen, pero algunos problemas que afecten los nervios, beber demasiado líquido o cafeína pueden jugar un papel.
Las afecciones comunes detrás de estos síntomas pueden ser:
Infección del tracto urinario (ITU)
Agrandamiento prostático en hombres de mediana edad y mayores
Inflamación e infección de la uretra
Vaginitis (inflamación o secreción de la vulva y la vagina)
Problemas relacionados con los nervios
Consumo de cafeína
Edad, el riesgo de tener vejiga hiperactiva aumenta con la edad
Entre las causas menos comunes, están:
Tomar alcohol
Ansiedad
Cáncer de vejiga (no es común)
Problemas con la columna vertebral
Diabetes que no está bien controlada
Embarazo
Cistitis intersticial
Medicamentos como diuréticos
Radioterapia enfocada en la pelvis, que se usa para tratar ciertos cánceres
Esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson
Accidente cerebrovascular y otras enfermedades del cerebro o del sistema nervioso
Tumores en la pelvis
Lo primero que el médico analizará es si hay una afección subyacente que esté disparando la vejiga hiperactiva.
Muchas veces tratando la afección subyacente se resuelve el problema.
Cómo actúa la vejiga
La vejiga le «avisa» al cerebro cuando tiene necesidad de despedir líquido.
Cuando no hay necesidad de orinar, hay dos músculos que ayudan a impedir el flujo de orina:
El esfínter es un músculo alrededor de la abertura de la vejiga. Se contrae para evitar que la orina se filtre hacia la uretra. Este es el conducto por donde pasa la orina desde la vejiga hacia el exterior.
El músculo de la pared vesical se relaja para que la vejiga se pueda expandir y contener la orina.
Cuando orinas, el músculo de la pared vesical se contrae para forzar la orina a salir de la vejiga. Mientras esto sucede, el músculo del esfínter se relaja para permitir que la orina pase. Estos sistemas deben trabajar juntos para controlar la micción:
Los músculos de la vejiga y otras partes de las vías urinarias
Los nervios que controlan el aparato urinario
La capacidad (cerebral) de sentir y responder a la urgencia de orinar
Si este mecanismo de relojería falla por algunas de las causas descriptas arriba, se presentan esas micciones involuntarias que afectan al organismo, y que también pueden alterar el sueño, e impactar en la vida social, y laboral.
Tratamiento
La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) indica que hay varias opciones de tratamiento para la vejiga hiperactiva que ayudan a que los músculos vesicales se relajen y dejen de contraerse en momentos inoportunos. Por ejemplo, los anticolinérgicos son una clase de medicamentos de uso generalizado para el tratamiento de esta afección.
Estos medicamentos contienen sustancias llamadas oxibutinina, tolterodina, fesoterodina o solifenacín, y actúan inhibiendo las contracciones involuntarias de la vejiga.
¿La alimentación adecuada ayuda?
Si bien no hay una evidencia directa que indique que tal o cual alimento puede influir en el desarrollo de vejiga hiperactiva, expertos de la Clínica Mayo indican que hay ciertos hábitos que pueden ayudar a minimizar el problema. entre ellos:
Controlar la ingesta de líquidos. Es bueno saber cuánto se bebe y que clase de líquidos se están consumiendo.
Reducir el consumo de cafeína. Al parecer puede modificar los tiempos de micción en algunas personas.
Limitar el consumo de alcohol. Aunque la evidencia no es definitiva, es bueno para la salud en general consumir bebidas alcohólicas con moderación.
Reducir el uso de edulcorantes. Hay cierta evidencia científica que indica que podrían aumentar la necesidad de orinar. (HolaDoctor.com).
El Ministerio de Hacienda y Crédito Público, el Ministerio de Minas y Energía, y la…
Con la expedición de la Resolución ICA 017938 de 2024 los departamentos de Atlántico, Córdoba,…
Paz y seguir apostándole a la Paz Total, se realizó en la Gobernación de La…
En un esfuerzo por garantizar la autonomía y el desarrollo integral del pueblo yukpa, el…
Unas 51.100 mujeres y niñas fueron asesinadas en 2023 por sus parejas sentimentales o sus…
Le propongo un reto: ¿sería capaz de adivinar el rango de edad de alguien sentado…