Las infusiones son grandes herramientas para controlar los niveles de azúcar en sangre.
Entre las más destacadas por los especialistas se encuentran el té de canela y el té de manzanilla. Conoce aquí a qué se deben sus efectos y cómo prepararlas.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta el uso de la glucosa, el principal tipo de azúcar de la sangre, cuya función es actuar como fuente de energía o combustible del cuerpo.
Para distribuir la glucosa entre las células, y así entregarles energía, nuestro cuerpo recurre a una hormona llamada insulina, producida por el páncreas. Cuando esta no es suficiente o no funciona correctamente, da lugar a los dos tipos de diabetes más comunes:
– Diabetes tipo 1: es una enfermedad autoinmune, que ocurre porque el sistema inmunitario ataca y elimina por error las células productoras de insulina en el páncreas.
– Diabetes tipo 2: más del 90 % de las personas que sufren de diabetes tienen diabetes tipo 2. En este tipo el cuerpo no es capaz de utilizar correctamente la insulina.
Otra forma es la diabetes gestacional, que aparece en mujeres embarazadas que nunca han tenido diabetes. Cuando esto ocurre, el bebé tiene un mayor riesgo de presentar complicaciones de salud.
Aunque la diabetes gestacional suele desaparecer tras el parto, puede aumentar el riesgo de la madre o del niño de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro.
Qué comer para controlar la diabetes
Comer ciertos alimentos es útil para controlar el nivel de glucosa en sangre y ayudar a perder el exceso de peso (un factor de riesgo de la diabetes). Entre las mejores opciones se encuentran:
– Fibra: hierbas y especias, como cilantro, orégano o albahaca, legumbres, como lentejas, guisantes, cacahuates, y frijoles, o frutas y cereales.
– Frutas y vegetales: cítricos, frutos del bosque, manzanas, piñas, uvas, kiwis, vegetales de hoja verde, como acelga, espinaca, brócoli o kale.
– Grasas saludables: pescados, como atún, caballa, salmón, sardina y trucha, semillas o aceite de linaza, frutos secos, semillas de chía, aceites de canola, oliva o soya, y aguacate.
Además de lo que comemos, es importante elegir bien lo que bebemos para que los niveles de azúcar en sangre se mantengan saludables. El agua y los jugos o batidos a base de las frutas antes nombradas son excelentes opciones.
También puedes optar por infusiones, como la de cúrcuma, fenogreco, hibisco, jengibre o té negro o verde. Dos que han sido muy estudiadas y recomendadas por los expertos para prevenir la diabetes son las de manzanilla y canela:
¿Qué es la manzanilla?
La manzanilla es una hierba que debe su nombre al leve aroma a manzana que tiene su flor fresca. Existen dos hierbas diferentes, aunque similares en su aspecto, a las que comúnmente se las llama manzanilla: Matricaria recutita y Chamaemelum nobile.
Debido a que estas plantas son muy difundidas y se han utilizado por cientos de años de manera tradicional para hacer medicina en todo el mundo, la confusión de llamarlas igual se ha generalizado.
Para distinguirlas la diferencia más clara se encuentra en el centro de las flores. Si se toma una, fresca o seca, y se la divide al centro longitudinalmente al tallos se ve claramente que la manzanilla alemana, (M. recutita) tiene el centro hueco, lo que hace que el centro tenga forma de cono. En cambio, la romana (C. nobile), tiene el centro sólido y forma plana.
Por qué es buena contra la diabetes
Existe una amplia evidencia científica que muestra que el consumo de manzanilla (M. recutita.) se vincula al control de azúcar en sangre y la prevención de la diabetes.
Tras analizar 15 estudios los autores de una investigación publicada en Complementary Therapies in Medicine, concluyeron que la manzanilla puede mejorar los perfiles glucémicos y lipídicos y los indicadores de estrés oxidativo en la diabetes mellitus y complicaciones relacionadas.
Esto puede deberse a la quercetina, una sustancia antioxidantes que se encuentra en la manzanilla, que, según muestra un trabajo publicado en Nutrition, ayuda a retardar la absorción de glucosa en el intestino, lo que mejora el control de los niveles de azúcar en sangre.
Cómo preparar té de manzanilla
El té de manzanilla se puede preparar fácilmente siguiendo estos pasos:
– Calienta un litro de agua.
– Cuando rompa en hervor, apaga el fuego y agrega entre 10 y 15 flores de manzanilla.
– Tapa, deja reposar de 5 a 10 minutos y filtra.
– Toma medio vaso, 2 o 3 veces al día.
¿Qué es la canela?
Lo que comúnmente se conoce como canela es la corteza interna (que se obtiene pelando y frotando las ramas) del árbol de la canela o canelo. Entre los tipos de canela más comunes que se pueden encontrar en tiendas y mercados están:
– Canela de Ceylán: (Cinnamomum verum o Cinnamomum zeylanicum) proveniente de Sri Lanka, se caracteriza por tener un sabor y aroma dulce y suave. Las ramas son delgadas, de color marrón claro, y con muchas capas finas que se rompen fácilmente.
– Canela cassia: (Cinnamomum cassia) proveniente de China, se caracteriza por tener un sabor y aroma más fuerte y picante que la de Ceylán. Las ramas son gruesas, de color marrón oscuro, y con una sola capa dura y difícil de romper.
Saber diferenciarlas es importante no solo por una cuestión de sabor y precio (la de Ceylán suele ser más cara) sino también para controlar el consumo de una sustancia que tiene efectos tóxicos para el hígado: la cumarina.
Mientras que en la canela de Ceylán los niveles de cumarina son casi imperceptibles, se estima que en la canela cassia se puede llegar a encontrar entre 15 y 20 mg en una cucharadita.
Aunque un consumo ocasional no representa ningún riesgo para la salud, si se debe considerar reemplazarla (por ejemplo, por la de Ceylán) si forma parte de la dieta diaria.
Por qué es buena contra la diabetes
Al igual que ocurre con la manzanilla, existen diferentes estudios que han vinculado el consumo de canela con el control de los niveles de azúcar en sangre.
Por ejemplo, el trabajo publicado en Annals of Family Medicine, halló tras analizar a más de 540 pacientes que el consumo de canela se asocia con «una disminución estadísticamente significativa en los niveles de glucosa plasmática en ayunas, colesterol total, LDL-C [colesterol «malo»] y triglicéridos, y un aumento en los niveles de HDL-C [colesterol «bueno»]».
Los expertos aún continúan investigando los mecanismos detrás de esta asociación, aunque sostienen que es probable que se deba a que el té de canela tiene altos niveles de magnesio, hierro, calcio y es rica en polifenoles (poderosos antioxidantes naturales).
Estos compuestos aumentan la sensibilidad de las células a la acción de la insulina, lo que favorece la regulación de los niveles de azúcar en sangre.
Cómo hacer té de canela
El té de canela se puede preparar fácilmente siguiendo estos pasos:
– Calienta agua.
– Cuando rompa en hervor, apaga el fuego y agrega la canela. Ten en cuenta que la proporción es una rama de canela o una cucharadita de su polvo por cada taza de agua (236 ml u 8 onzas).
– Deja reposar la preparación durante 10 minutos.
– Si usaste una rama, deberás retirarla. Puedes reservarla para preparar té en el futuro.
– Opcional: puedes añadir miel, leche, edulcorantes (como xilitol o estevia), frutas licuadas, u otros tipos de té, como el negro o rojo, para sumar sabor a la infusión.
Consejos para prevenir la diabetes
Además de consumir alimentos o infusiones beneficiosas, existe evidencia que demuestra que algunas simples medidas relacionadas con el estilo de vida son eficaces para prevenir la diabetes de tipo 2 o retrasar su aparición:
Tener un peso saludable
El sobrepeso, especialmente cuando se distribuye en la zona abdominal, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Los especialistas aconsejan perder entre 5 y 10 % del peso en estas situaciones, no recuperarlo y mantenerlo a largo plazo. Esto también puede proveer protección contra otros tipos de problemas o trastornos para la salud.
Realizar actividad física
El ejercicio cumple una doble función para prevenir la diabetes tipo 2, ya que aumenta el consumo de glucosa por parte del organismo, y, estimula las fibras musculares, favoreciendo el transporte de azúcar al interior de las células.
Aunque todo tipo de movimiento se muestra positivo al momento de prevenir la diabetes tipo 2, los mayores beneficios se vieron en actividades de intensidad moderada. Los expertos advierten que las personas sedentarias o con sobrepeso que empiecen a hacer ejercicio, comiencen de menor a mayor intensidad, para evitar complicaciones.
Evitar el consumo de tabaco
La nicotina y ciertas sustancias químicas que se hallan en los cigarrillos dañan a las células, causan inflamación, afectan la respuesta a la insulina y aumentan el riesgo de incrementar la grasa abdominal, todos factores de riesgo de la diabetes tipo 2. (HolaDoctor.com).
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