El Instituto Neurológico de Colombia ha advertido que los trastornos del sueño provocan diferentes afecciones que pueden influir negativamente en la calidad de vida de quienes los padecen, una de ellas la parálisis del sueño que “consiste en la imposibilidad de moverse o de hablar en el momento en que alguien despierta y en ocasiones puede estar asociada a otras patologías como la narcolepsia o al uso de medicamentos. Sin embargo, también puede aparecer como un hecho aislado”.
La parasomnia es el término utilizado para categorizar la parálisis del sueño, donde también se define al momento cuando el cuerpo se duerme, pero la mente permanece consciente y “despierta», dejando a alguien -efectivamente- paralizado.
Hay dos tipos principales: en primer lugar, es posible tener una parálisis del sueño cuando se está a punto de despertar (hipnopompica) y otra clase entra en juego cuando se está a punto de quedarse dormido y se llama hipnagógica.
Expertos de Emma Sleep advierten que este padecimiento es bastante común: algunas encuestas han revelado que cerca del 40% de las personas han tenido este problema en algún momento de sus vidas, asimismo, entre sus principales causas está la falta de sueño.
Un horario de sueño cambiante, dormir boca arriba, el uso de ciertos medicamentos, el estrés y otros padecimientos como la narcolepsia, también pueden influir.
De igual manera, según el Instituto Neurológico Colombiano, el llevar un estilo de vida poco saludable; padecer depresión o ansiedad; no tener un horario fijo para dormir y desarrollar actividades justo antes de ir a la cama como ejercicio físico o permanecer en el celular, podrían ser factores determinantes para su desarrollo.
Desde Emma Sleep se conseja, para su prevención, dormir lo suficiente, al menos ocho horas por noche. También intentar controlar el estrés y cambiar a una nueva posición si normalmente duerme boca arriba. Adicional, se puede complementar con un colchón ergonómico diseñado para adaptarse a los diferentes tipos de cuerpos, de manera que brinde un soporte corporal.
Si alguien vive episodios frecuentes o van en aumento, debería acudir al médico o especialista para que le recomiende una evaluación adicional.
Cuatro de cada diez personas pueden tener parálisis del sueño. Esta condición a menudo se nota por primera vez en la adolescencia, pero tanto hombres como mujeres de cualquier edad pueden tener episodios de este tipo.
El síntoma más común en la parálisis del sueño es la atonía o la incapacidad para mover el cuerpo y -al menos- el 75 % de los episodios incluye alucinaciones distintas de los sueños típicos. Los episodios pueden durar desde unos pocos segundos y hasta alrededor de 20 minutos, y la duración promedio es de entre seis y siete minutos.
La mayoría de las veces, los episodios terminan por sí solos, pero ocasionalmente son interrumpidos por el toque o la voz de otra persona o por un esfuerzo intenso por moverse que supera la atonía. En general, si alguien tiene episodios de vez en cuando, no necesitará ningún tipo de tratamiento, pero si tiene algún otro trastorno del sueño, tratar el problema ayudará a prevenir la parálisis.
En general, los trastornos del sueño son un amplio grupo de padecimientos, que afectan el desarrollo habitual del ciclo sueño-vigilia. Algunos pueden ser muy graves e interferir con el funcionamiento físico, mental y emocional de un individuo, al mismo tiempo, pueden interferir el curso del sueño directamente, o hacerlo de manera secundaria. Otros trastornos frecuentes son la Apnea del sueño, donde la persona hace una o más pausas en la respiración o tiene respiraciones superficiales durante el sueño.