La osteopenia y la osteoporosis son básicamente distintos niveles de una misma afección, que reflejan cómo los huesos se van haciendo más frágiles a medida que envejecemos.
Esta medida se puede obtener a través de una prueba de imagen llamada densitometría ósea (DEXA), un tipo de radiografía de dosis baja que mide el calcio y otros minerales en los huesos. La medición muestra la fuerza y la densidad (conocida como masa o densidad ósea) de los huesos.
Se puede decir que la osteopenia es el estadio previo a la osteoporosis. Ocurre cuando los huesos comienzan a perder masa ósea, lo que hace que se debiliten.
La osteopenia indica que la densidad de los huesos es baja, y que empieza a elevarse el riesgo de fracturas o esguinces.
La osteoporosis es una enfermedad que adelgaza y debilita los huesos. Los huesos se vuelven frágiles y se quiebran fácilmente, especialmente los de la cadera, espina vertebral y muñeca. Estas fracturas pueden ocurrir incluso cuando se están realizando tareas diarias.
Se estima que los latinoamericanos sufrirán 655,648 fracturas de cadera en 2050, con un costo directo estimado de 13 mil millones de dólares. Las tasas de mortalidad en el año siguiente a una fractura de cadera son del 23-30 % y son más altas en hombres que en mujeres.
En la región, se ha informado que la prevalencia de osteopenia vertebral en mujeres de 50 años o más es de 45,5 a 49,7 % y de osteoporosis vertebral de 12,1 a 17,6 %; mientras que la prevalencia de osteopenia del cuello del fémur (el hueso del muslo, es más largo y fuerte del cuerpo) se ha informado entre el 46 y el 57,2 % y la osteoporosis del cuello del fémur entre el 7,9 y el 22 %.
En un estudio realizado en cinco países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Colombia, México y Puerto Rico), la prevalencia de fracturas vertebrales en mujeres mayores de 50 años fue de alrededor del 15 %, y el 7 % ocurrió entre los 50 y 60 años. grupo y aumentando al 28 % para los mayores de 80 años.
En Estados Unidos, millones de personas padecen osteoporosis o están en alto riesgo debido a la baja densidad ósea.
Las mujeres son más propensas a tener osteopenia, y por ende osteoporosis por varios factores:
Tienen una baja masa ósea en general
Absorben menos calcio (un nutriente esencial para la fortaleza de los huesos)
La menopausia, cuando caen los niveles de estrógeno, una hormona que también es muy importante para la salud ósea.
Aunque el deterioro óseo es un proceso vinculado a la biología de la vida, hay algunas acciones que se pueden tomar para reducir el riesgo, entre ellas:
Dejar de fumar o usar tabaco.
Evitar o limitar el consumo de alcohol y de bebidas carbonatadas.
Hacer ejercicio con regularidad.
Mantener un peso saludable.
Obtener suficiente calcio y vitamina D a través de alimentos o suplementos.
La osteoporosis es una enfermedad silenciosa. Tal vez la persona no sepa que la padece hasta que se fracture un hueso. Un examen de densidad mineral ósea con determinada frecuencia, dependiendo de la edad, es la mejor manera de controlar la salud de los huesos.
Hay afecciones que pueden acelerar el proceso de deterioro óseo como la anorexia y bulimia.
La menopausia precoz, antes de los 50, también puede acelerar el proceso de fragilidad de los huesos. (HolaDoctor.com).