En el último periodo de vigilancia intensificada, que comprende los meses de diciembre (2022) y enero (2023), el consolidado nacional de lesionados por pólvora fue de 1.153 colombianos, con una leve disminución del 1,71 % frente al periodo anterior, en el que se presentaron 1.173 casos. Del total de lesionados, 357 fueron menores de 18 años y 796 mayores de edad.
En cuanto a personas intoxicadas por licor adulterado con metanol, fueron 54 los casos reportados. De estos, 41 fallecieron, lo que representa una letalidad mayor al 70 %.
En el caso de las intoxicaciones por la ingesta de fósforo blanco, tres menores de cinco años resultaron intoxicados y no se presentaron muertes por esta causa.
Frente a la distribución geográfica de los casos reportados en el último periodo de vigilancia intensificada, la lista de lesionados por departamentos la encabezaron Nariño (153 casos), Antioquia (103), Bogotá (98), Norte de Santander (72), Santander (65), Tolima (60), Cauca y Cundinamarca (56 casos cada uno), que representaron el 57 % de los casos, es decir 663. No obstante, estos departamentos representan históricamente gran parte de los casos de lesionados por pólvora en Colombia, puesto que el uso de este elemento hace parte de la tradición.
Del total de los casos reportados, el 71% se lesionó mientras manipulaban pólvora y el 20 % fueron observadores. Entre los artefactos más utilizados están: ‘totes’ (29 %), voladores (18,9 %), cohetes (10,8 %), luces de bengala (3,1 %) y volcanes (6,6 %), entre otros.
Las lesiones se distribuyeron de la siguiente manera: un 92 % sufrió quemaduras, un 64,3 % presentó laceraciones; un 27,4 % tuvo contusiones; un 9,4 % experimentó amputaciones; un 2,6% padeció daño auditivo y un 6,2 % sufrió daño ocular.
Guillermo Alfonso Jaramillo, ministro de Salud y Protección Social, manifestó su preocupación frente al incremento de intoxicaciones por licor adulterado en Bogotá y Cundinamarca, haciendo un llamado a reforzar las medidas de inspección, vigilancia y control con las autoridades locales. Así mismo, invitó al consumo responsable y mesurado de bebidas alcohólicas durante las festividades y recordó que «lo barato sale caro».
El ministro también advirtió e hizo un contundente llamado a los adultos para que eviten que los menores de edad sigan siendo los más afectados por la manipulación de artefactos pirotécnicos y la ingesta de sus residuos, como el fósforo blanco o los llamados ‘totes’, que resultan altamente letales.
Giovanny Rubiano García, director general del INS, reiteró la importancia de celebrar responsablemente e hizo un llamado a entidades territoriales de salud para fortalecer sus acciones de vigilancia. A su vez, resaltó la importancia de realizar el reporte al SIVIGILA, para que autoridades como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la Defensoría del Pueblo, la Policía Nacional y el Cuerpo de Bomberos, puedan actuar de acuerdo con su competencia legal, de manera oportuna, en la atención en salud y la protección de los menores de edad o adultos lesionados con pólvora.
Los informes técnicos de lesionados por pólvora pirotécnica, y los de intoxicados por alcohol adulterado con metanol y fósforo blanco, serán reportados diariamente por parte de las entidades territoriales al Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública, SIVIGILA.
Son más de 11 mil notificaciones que generan los datos subidos al sistema de vigilancia, gestionado por el INS. Gracias a este monitoreo permanente, el país puede visibilizar los efectos nocivos del uso inadecuado de la pólvora y las regiones más afectadas, con el fin de activar la ruta de atención para la protección de los menores de edad.