Hace apenas unas semanas estábamos revisando el panorama optimista que ofrece la vacuna contra el colesterol, indicada para aquellos pacientes que no logran bajar sus niveles de LDL siguiendo tratamientos convencionales con dieta, ejercicios y estatinas, y hoy, estas últimas son nuevamente protagonistas de los titulares gracias a un reciente estudio que las perfila como una opción que podría ayudar en el tratamiento contra el cáncer.
Las estatinas, de eficacia comprobada y uso extenso en el tratamiento de dislipidemia o hipercolesterolemia, han sido por mucho tiempo un aliado valioso en la lucha contra el desequilibrio de estos valores, el cual puede afectar la salud cardíaca y generar riesgos letales.
Ahora, esta nueva investigación publicada en el Journal of American Medical Association – JAMA, plantea que su uso puede influir positivamente en el tratamiento del cáncer mama y, en consecuencia, salvar vidas. Así, con una cohorte de 13.378 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama, se demostró que el uso de estatinas después del diagnóstico sí tiene una relación con un menor riesgo de muerte por cáncer de mama.
Este estudio, titulado Uso de estatinas, nivel de colesterol y mortalidad entre mujeres con cáncer de mama, buscaba dar respaldo a una investigación realizada en 2021 donde se encontró que pacientes con cáncer de mama triple negativo mejoraron en un promedio de 58 % en la supervivencia a la enfermedad y se obtuvo un aumento de 30 % en la tasa de supervivencia general. Este tipo de cáncer de mama es muy difícil de tratar con terapias convencionales porque no tiene tres receptores hormonales comunes que son estrógeno, progesterona y HER2.
Las participantes en el estudio publicado por JAMA tenían, en su mayoría, 60 años de edad y fueron seleccionadas según sus registros de receptores hormonales y niveles de colesterol. La doctora Patricia Carvallo, en un artículo de su autoría en el cual analiza la investigación, explica que estos receptores, ubicados en las células mamarias, desempeñan un papel crucial en el desarrollo y la respuesta al tratamiento del cáncer de mama, al unirse a hormonas como el estrógeno y la progesterona. Además, la presencia o ausencia de estos receptores influye significativamente en la progresión del cáncer de mama y en su tratamiento.
De esta manera, se examinó cómo el uso de estatinas, comparando su uso antes y después del diagnóstico, influyó en las tasas de supervivencia y los resultados revelaron que quienes iniciaron la terapia con estatinas después del diagnóstico experimentaron una notable reducción en el riesgo de mortalidad por cáncer de mama, especialmente cuando se combinaba con niveles más bajos de colesterol.
Aquellas mujeres que ya tomaban estatinas antes del diagnóstico no experimentaron los mismos beneficios; e incluso, algunas mostraron un ligero aumento en el riesgo de muerte por cáncer de mama. Además, las mujeres con tumores que tenían receptores de estrógeno positivos parecían obtener mayores beneficios al comenzar a usar estatinas después del diagnóstico.
Independientemente de los resultados no tan positivos, esta investigación abre una puerta hacia nuevas oportunidades científicas que permitan generar tratamientos aún más eficientes, pues la tendencia general que resultó indica que sí hubo menor riesgo de muerte entre todas las mujeres que utilizaron estatinas. (Yahoo/vida y estilo).