Más de 30 virus, bacterias y parásitos diferentes se trasmiten por contacto sexual.
Estos patógenos son responsables de las infecciones de transmisión sexual (ITS), y, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 38 millones de personas sexualmente activas de 15 a 49 años en las Américas tienen una ITS fácilmente curable.
Sí no se tratan correctamente, las ITS pueden provocar serias consecuencias en la salud, incluido daño en los genitales, complicaciones durante el embarazo, infertilidad, o efectos psicosociales.
Para evitar estos problemas, las autoridades sanitarias resaltan la importancia de conocer las características de estas infecciones, cuáles son las causas de contagio, sus síntomas, formas de prevención y tratamientos. Aquí repasamos los principales mitos alrededor de las ITS.
Mito 1: Solo se transmite una ITS cuando hay síntomas
Verdad: Esto es falso, ya que existe la posibilidad de contraer una enfermedad de transmisión sexual (ETS) de personas que aparentemente están sanas o que incluso no saben que tienen una infección.
Las ETS no siempre presentan síntomas, por este motivo, los especialistas prefieren el término «infecciones de transmisión sexual» (ITS), en lugar de enfermedades. En caso de presentarse síntomas, estos pueden incluir:
Ampollas o llagas en o alrededor de la boca.
Dolor abdominal.
Fiebre.
Llagas o verrugas en el área genital.
Micción frecuente o dolorosa.
Picazón, dolor o sangrado anal.
Picazón y enrojecimiento en el área genital.
Olor vaginal anormal.
Secreción inusual del pene o la vagina.
Mito 2: Los hombres homosexuales son los únicos que pueden contraer ITS
Verdad: Esta es otra creencia muy extendida, y por ello, peligrosa. Los expertos resaltan que cualquier persona, independientemente de su orientación sexual, raza, etnia, edad o género, puede contraer una ITS.
Además, si tienes una ITS y no lo sabes es más probable que la transmitas. Sin embargo, conociendo tu estado puedes asegurarte que junto a tu pareja/s estén tomando medidas para mantenerse saludables.
En muchos países las pruebas de ITS son gratuitas, fáciles y confidenciales, e incluso algunas se pueden hacer en la comodidad del hogar.
Mito 3: Se pueden prevenir las ITS si se eyacula fuera de la vagina
Verdad: La eyaculación por fuera de la vagina, o coito interrumpido, consiste en sacar el pene de la vagina antes de la eyaculación. Aunque se suele usar para prevenir los embarazos los expertos señalan que no es un método anticonceptivo efectivo. Tampoco es eficaz para prevenir ITS, como VIH, herpes, sífilis, gonorrea o clamidia.
Mito 4: Las ITS solo se trasmiten a través de sexo con penetración
Verdad: Se suele creer que una ITS solo puede ocurrir a través del sexo con penetración, pero esto no es cierto. También pueden deberse al sexo oral, contacto genital, o compartir juguetes sexuales. Además, la exposición a sangre que contiene el patógeno infeccioso, por ejemplo, al compartir agujas, también pueden provocar una ITS.
Mito 5: Las ITS se pueden contraer desde el asiento de un inodoro
Verdad: Las ITS se transmiten a través del sexo vaginal, anal u oral sin protección, y por contacto genital y por compartir juguetes sexuales. Los virus y bacterias que las causan no pueden sobrevivir por mucho tiempo fuera del cuerpo humano, por lo que tienden a morir si se encuentran en superficies externas, como es el caso de los asientos de inodoro.
Mito 6: Tomar la píldora anticonceptiva evita las ITS
Verdad: La píldora anticonceptiva, así como el parche, anillo o dispositivo intrauterino (DIU), solo funcionan para prevenir el embarazo. Para evitar las ITS la única forma de protegerse es mediante la abstinencia sexual o usando condón.
Mito 7: Usar doble condón ofrece más protección contra las ITS
Verdad: Debido a que el condón es el principal método de protección contra las ITS, se suele creer que usando dos condones se obtendrá el doble de protección. Sin embargo, esto no funciona así, por el contrario, usar dos o más condones al tener relaciones sexuales aumenta la probabilidad de que estos se rompan, debido a la mayor cantidad de fricción que deben soportar.
Mito 8: No existen tratamientos para las ITS
Verdad: Esto no es verdad. Ocho patógenos constituyen la gran mayoría de las ITS. De ellos, cuatro son curables, las infecciones bacterianas sífilis, gonorrea y clamidia, y la infección parasitaria tricomoniasis.
Los cuatro restantes, virales, aún no se pueden curar: hepatitis B, virus del herpes simple (VHS), VIH y virus del papiloma humano (VPH). Sin embargo, el uso de medicamentos puede ayudar con sus síntomas y reducir su riesgo de propagar la infección. Incluso las infecciones por VPH a menudo son eliminadas por el cuerpo de forma natural.
Mito 9: No se pueden prevenir las ITS
Verdad: Los expertos coinciden en que la única forma de prevenir las ITS es mediante la abstinencia sexual o las relaciones exclusivamente entre dos personas no infectadas. De todas maneras, existen otras variables que pueden ayudar, como: vacunarse (por ejemplo, contra la hepatitis B o el VPH), usar condón y protectores bucales, y realizar exámenes de rutina. (HolaDoctor.com).