Si usted recorre un área boscosa o trabaja en áreas abiertas –como remoción de escombros o limpiando potreros– debe portar elementos mínimos de protección como zapatos cubiertos (preferiblemente botas altas que cubran tobillo y pierna) y guantes. Además, si observa una serpiente no se acerque y evite hacer movimientos bruscos, y de ninguna manera trate de cogerla, aunque el animal esté inmóvil; tampoco duerma en el suelo de zonas de riesgo, ya que ellas pueden acercarse guiadas por el calor corporal.
Así lo recomendó el biólogo Teddy Angarita Sierra, profesor de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede de La Paz, durante el taller “Serpientes en el campus: manejo y prevención del accidente ofídico”, una iniciativa con la que se busca sensibilizar a la comunidad sobre la manera de afrontar estas situaciones que suelen presentarse en áreas rurales del país.
Entre los asistentes al taller hubo brigadistas, bomberos, policías ambientales, profesionales de los sistemas de seguridad y salud laboral, consultores ambientales y personal de servicios generales, quienes son los más susceptibles al encuentro con serpientes o a la atención de accidentes ofídicos.
Este espacio se ofreció en todo el país y contó con participantes de Casanare, Bogotá, Norte de Santander y varios municipios del Cesar, entre ellos Valledupar, San Diego, La Paz y Codazzi.
En el último boletín epidemiológico de la Secretaría Departamental del Cesar –del 22 al 28 de octubre de 2023– se reportaron 332 casos de accidentes ofídicos o mordeduras de serpientes, 36 de ellos en Valledupar, 28 en Codazzi, 26 en El Paso, 21 en Bosconia y 20 en Pailitas, entre otros.
La incidencia de los accidentes por mordeduras de serpientes se calculó según la población de los centros poblados y rural disperso para cada entidad territorial objeto de análisis. Así se estableció que Cesar presenta una incidencia de 97 casos por cada 100.000 habitantes.
De los 25 municipios, 14 registran incidencias superiores al departamento, entre ellos: Bosconia 716, Pailitas 379, Manaure 255, Pelaya 248, y Becerril 206.
Con respecto al territorio nacional, el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila) indica que en la última década hubo un promedio anual de 4.468 casos, con saldo de alrededor de 40 muertes.
Los departamentos que reportan las mayores incidencias de mordeduras de serpientes per cápita al año son: Vaupés, Guaviare, Amazonas, Vichada, Arauca, Casanare, Chocó Putumayo, Caquetá, Guainía y Cesar.
Por eso es importante formar a la mayor cantidad de personas posible en el manejo y la apropiación de las buenas prácticas de manipulación y prevención del accidente ofídico.
“Es necesario identificar cuáles son los comportamientos de riesgo para un accidente de este tipo; por ejemplo, no se recomienda ahuyentar, atacar o tratar de matar a la serpiente, pues ella reaccionará por simple supervivencia. Si usted se encuentra una, lo mejor es alejarse y evitar todo tipo de contacto. Si se aloja en el cuarto o la cama, recurrir a la Policía Ambiental o a los Bomberos para que capturen y reubiquen al animal”, recomienda el profesor Angarita.
También se refirió al manejo adecuado de los implementos para manipular de manera segura a las serpientes, como la cámara de captura o aislamiento (un tanque con tapa rosca en el que las especies se trasladan con menos riesgo) y las pinzas o ganchos con los que se agarran; es fundamental que quien lo haga sea una persona con entrenamiento en esta labor.
En el país existen alrededor de 300 especies de serpientes, distribuidas en todas las regiones. De estas, solo el 18 % representan peligro para la salud humana y 5 causan la mayoría de los accidentes ofídicos.