La relatora especial de la ONU sobre la trata de personas, especialmente mujeres y niños, Siobhán Mullally, pidió este martes a Colombia más recursos y medidas para enfrentar la trata de personas tras una visita al país en la que advirtió que este delito sigue socavando la consolidación de paz.
“Las medidas de protección deben ser a largo plazo y contar con todos los recursos necesarios”, insistió la relatora especial.
Mullally precisó en una rueda de prensa en Bogotá que en Colombia están presentes todos los tipos de explotación y de trata, incluidos el reclutamiento forzoso de menores, trabajo forzoso de menores, matrimonio forzado y explotación sexual, entre otros.
Recordó que este es una violación grave de los derechos humanos y un delito grave del derecho internacional humanitario.
La representante hizo especial énfasis en la protección de los niños frente al delito de trata, particularmente en el contexto del conflicto armado, por el reclutamiento y uso de menores por parte de los grupos armados no estatales.
En el caso de los niños, dijo, son utilizados en combates indirectos, mientras que las niñas son víctimas de delitos sexuales.
En este sentido, mostró especial preocupación por la limitada asistencia y protección a los menores que escapan de los grupos armados, que son víctimas de represalias.
“La trata de personas es cometida por grupos armados no estatales y organizaciones criminales para apoyar sus actividades y controlar a las comunidades”, detalló, para agregar que afecta especialmente a las comunidades afrocolombianas y rurales, a los pueblos indígenas y a los migrantes venezolanos.
Migración
Precisamente la migración fue otro de los puntos clave que abordó la relatora, quien insistió en la necesidad de aumentar la presencia institucional y la protección a víctimas en los cruces fronterizos, teniendo en cuenta que Colombia, cada vez más, se está consolidando como país de tránsito de migrantes.
Denunció que las mujeres y niñas venezolanas son especialmente vulnerables a la trata con fines de explotación sexual.
En cuanto a los menores acompañados en tránsito migratorio pidió “acciones urgentes” para ampliar la capacidad institucional donde haya alto riesgo de trata.
La relatora especial agradeció al Gobierno colombiano por su “cooperación excelente y compromiso constructivo” durante la visita, así como el “enfoque cooperativo de todas las autoridades” para “entablar un diálogo constructivo”.
Resaltó la necesidad de reforzar la asistencia a las víctimas de trata con albergues y alojamientos seguros, especialmente en las zonas de conflicto, áreas rurales y regiones afectadas por la migración, mientras que pidió más financiación para las autoridades locales que ayudan a estas personas.
“En ausencia de asistencia y protección, las víctimas son vulnerables a la revictimización”, alertó.
Por último, pidió promover la rendición de cuentas, fortalecer la prevención y asegurar las investigaciones efectivas.
“Debe garantizarse el acceso a reparaciones para las víctimas de la trata relacionada con el conflicto, para todos los fines de explotación, incluidos el reclutamiento forzado, la utilización de niños, la explotación y esclavitud sexual, el trabajo forzado, la servidumbre doméstica y la criminalidad forzada”, indicó.
En su visita a Colombia, Mullally visitó las ciudades de Cartagena de Indias, Cúcuta, Medellín, Apartadó, Necoclí, Pasto e Ipiales, donde se reunió con líderes sociales, defensores de derechos humanos y víctimas de trata. (EFE).