La Unidad para las Víctimas en articulación con la Gobernación de La Guajira, la Alcaldía de Hatonuevo, y en coordinación con la Mesa Departamental de Víctimas, adelantó una jornada que inició con una acción de gracias y estuvo amenizado por representaciones culturales como el baile típico de la etnia wayúu y un acto simbólico alrededor del sol que representa el ‘poder transformador’ de cada persona que fue afectada por las accione de los grupos armados y el Estado.
Alrededor de 200 víctimas participaron en la conmemoración y compartieron un mensaje de esperanza y resiliencia. En el espacio, la Mesa Departamental de Víctimas soltó globos al aire como una muestra de reconciliación y perdón y así empezar a escribir una nueva historia con la reconstrucción de sus proyectos de vida.
El director territorial Cesar- Guajira, Mario Ríos Oñate, así como las instituciones presentes, se refirieron al trabajo articulado que vienen haciendo desde el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (SNARIV) para avanzar en los procesos de atención y reparación integral a las víctimas del conflicto armado en La Guajira.
Resaltar el poder transformador de las víctimas del conflicto armado es una de las apuestas más importantes de la Unidad para las Víctimas. Seguimos trabajando para dignificarlas y reconocer su capacidad de cambiar las condiciones de vida de sus familias, comunidades y territorios; son las víctimas del conflicto armado quienes hoy deben tener la palabra, pues son quienes han dado segundas oportunidades y son el referente ético y moral para guiar al país hacia la Paz Total.