El 17 de enero del año 2019 Colombia fue testigo de un ataque siniestro contra la tranquilidad de todo el país. El atentado contra la Escuela de cadetes Francisco de Paula Santander fue un golpe al corazón de los colombianos.
El país levantó su voz para expresar el cariño, apoyo y respaldo a nuestros héroes, a las familias que no vieron hecho realidad el sueño de sus hijos, ni los hijos que no pudieron ver el orgullo de sus padres y el agradecimiento de su patria.
Pero ni la tragedia, la agresión y ni la violencia pudo quebrantar la voluntad de los estudiantes que continuaron en formación, los jóvenes compañeros de quienes perdieron la vida, ni de los que desde los territorios compartían el sueño de formarse para servir a Colombia.
Miles de jóvenes, quienes a su corta edad y siendo testigos de un hecho sin explicación, les hizo retroceder o retirarse de su proceso de formación y, por el contrario, decidieron corresponder al apoyo, el reconocimiento y afecto de todo el país y de la comunidad internacional.
Y continuando su proceso de formación, le dieron el más alto ejemplo de compromiso y valentía a la sociedad al mantener firme su compromiso de servir a la patria y de cuidar de la vida y la seguridad de los colombianos.
Coraje, entrega y sacrificio que siempre nos instará y motivará a trabajar más por la patria y no declinar nuestros esfuerzos ante la acción de los violentos y que al ser reconocido por el gobierno nacional con la ley 1998 del 14 de noviembre de 2019, en él se declara el 17 de enero de cada año como el día del estudiante de policía honrando públicamente la memoria de los estudiantes fallecidos y las víctimas de este lamentable hecho.
Hoy, se les permite rendir un sentido homenaje a ellos, nuestros jóvenes héroes, a ustedes, hombres y mujeres policías que un día fueron estudiantes y no declinaron su compromiso, a los jóvenes colombianos que hoy están en proceso de formación con la fe de construir sociedad y a quienes desde ya planean optar como proyecto de vida servir a la patria.
A las familias de los 22 cadetes, les dicen que su sacrificio no fue en vano, que cada actuación de policía y la acción decidida de derrotar la maldad tiene impreso honrar su memoria y su inspiradora ofrenda siempre allanará el camino para que las generaciones enteras de policías mantengamos el compromiso de quebrantar todo propósito criminal.
Como se mencionó en ese entonces, “Por siempre serán semillas fértiles en la esforzada labor de servicio y entrega de los policías que, sin importar la ofrenda de su propia existencia, engrandecen el alma de nuestro país”