Con la apertura de nuevos servicios a la comunidad, el aumento gradual de equipos biomédicos y el cumplimiento en el pago de obligaciones a los trabajadores, el Hospital Rosario Pumarejo de López, de Valledupar, mejora la atención y fortalece su capacidad instalada durante el proceso de intervención ordenado por la Superintendencia Nacional de Salud.
Como resultado de las acciones emprendidas para estabilizar la operación de este centro asistencial, se han habilitado 20 nuevas subespecialidades entre las que se destacan: cardiología, nefrología, endocrinología, neonatología, cirugía oncológica, urología, genética humana, neurocirugía, dermatología, endocrinología, cirugía maxilofacial, cirugía pediátrica, cirugía vascular, angiología, gastroenterología, toxicología, oncología clínica, medicina física y rehabilitación, perinatología y neumología pediátrica.
“El modelo de salud de la ESE con enfoque diferencial etnocultural, se evidencia en el fortalecimiento de la ruta de atención materno perinatal con la implementación de la estrategia de parto vertical, respetando así las prácticas ancestrales de las comunidades indígenas asentadas en el Cesar”, aseguró el Superintendente Nacional de Salud, Ulahi Beltrán López.
La transformación del Hospital Rosario Pumarejo de López se ha dado tras la ejecución del plan de acción aprobado por la Supersalud, en el cual se incluyen medidas de intervención de la infraestructura en las áreas de cirugía, toma de muestras de laboratorio clínico, urgencias y hospitalización garantizando las adecuaciones necesarias para ofrecer servicios de calidad.
También se han reactivado servicios que se encontraban cerrados como el banco de sangre, el programa canguro ambulatorio hospitalario, la UCI pediátrica, la UCI neonatal, el servicio de tomografía y la unidad de infectología.
“Cuando se ordenó la intervención, el hospital contaba con ocho quirófanos habilitados y solo funcionaban cinco. Durante el proceso, se logró poner al servicio el sexto quirófano y, a partir de este mes entrará en funcionamiento el séptimo”, agregó Beltrán López.
Una mejor salud para el Rosario Pumarejo El equipo interventor, como parte del diagnóstico consolidado al inicio de la intervención encontró 189 camas de hospitalización habilitadas con una ocupación del 25 %. Sin embargo, la buena gestión y atención humanizada logró aumentar el número de camas a 261, lo que se traduce en un incremento del 38%, con una ocupación del 89.55 %.
La UCI adultos pasó de 7 a 16 camas; se abrió la UCI pediátrica con 8 camas y se reabrió la UCI neonatal con 29 camas. Asimismo, fueron remodelados los pisos cuarto y quinto para la atención exclusiva de los usuarios de Nueva EPS y Coosalud, respectivamente, con una capacidad de 46 camas.
Con inversiones que superan los 19.000 millones de pesos, la Gobernación del Cesar aportó los recursos que permitieron la renovación del parque automotor y hoy el centro asistencial cuenta con dos ambulancias medicalizadas, así como la dotación e inauguración del nuevo servicio de urgencias con 105 camillas. También se logró la dotación de la unidad de cirugía con equipos biomédicos.
Adicionalmente, se destaca la asignación de recursos por parte del Ministerio de Salud y Protección Social por $11.790 millones para el pago de obligaciones laborales de los años 2019, 2020 y 2021. Este mejoramiento gradual de los indicadores administrativos, jurídicos, financieros y asistenciales ha generado el reconocimiento y confianza de los usuarios del Cesar y departamentos cercanos como La Guajira, Magdalena, Bolívar y Norte de Santander.