Es conocido que una de las peores consecuencias de la diabetes mal tratada o no diagnosticada es tener padecimientos de la visión, como la retinopatía diabética, pero esta es solo una de las enfermedades que afectan la visión sin ser dolencias oculares.
Y es que, aunque no lo parezca, la salud de nuestros ojos está estrechamente relacionada con distintos procesos de nuestro organismo, con lo cual son variadas -y comunes- las enfermedades que pueden afectar de forma severa nuestra visión.
“Estamos en una época en la cual cada vez más personas están teniendo hábitos como mala alimentación, sendentarismo, falta de sueño de calidad, consumo de diferentes sustancias y, además, sufriendo de estrés. Esto no solo afecta la salud, sino que estamos viendo que ciertas enfermedades se están presentando mucho más temprano que antes, cuando se veían en individuos de más de 60 años de edad”, dice la doctora Vanessa Fuentes, médico oftalmólogo, investigadora y coach visual digital, quien detalla cuáles son las principales afecciones que pueden afectar la visión.
“La primera de ellas es la diabetes, tanto tipo 1 como tipo 2. Los pacientes mal controlados, que no regulan sus niveles de azúcar, que no van a sus controles, que no cuidan su alimentación e incluso que saben que tienen diabetes, comienzan a darse cuenta que sus ojos se van afectando. Muchas veces somos los oftalmólogos quienes alertamos sobre la presencia de estas enfermedades, porque a veces son los ojos los primeros que lo anuncian”.
Además, la diabetes también puede hacernos de dos a cinco veces más propensos a desarrollar cataratas, e incluso que aparezcan más temprano; y duplica el riesgo de padecer un tipo de glaucoma llamado glaucoma de ángulo abierto.
“Los pacientes llegan diciendo que no ven, que tienen áreas isquémicas, sangrado, infartos oculares, y los incentivamos a que se cuiden pero muchas veces no se alertan hasta que no sienten que se les afecta el segundo ojo. La verdad es que la diabetes está afectando muchísimo a la población en general, creo que es la principal enfermedad que está haciendo que se disminuya la visión, pero es reversible y se puede evitar si hay un cambio de consciencia en el paciente”.
La segunda enfermedad que menciona Fuentes es la hipertensión arterial, considerada en México y en muchos países como considerada un problema de salud pública. “Tanto personas jóvenes como adultos están presentando problemas de tensión o picos a ciertas horas del día y pueden ocasionar una hemorragia subconjuntival, es decir, que aparece sangre en la conjuntiva, en la parte superficial; o un sangrado en la retina, que es lo que se llama retinopatía hipertensiva”.
La médico agrega que en estos casos de presión arterial alta pueden observarse vasos sanguíneos que sangran, infartarse la mitad de la retina, o sangrar toda la retina, sangrado en la gelatina del ojo. Además, los pacientes con hipertensión tienen más riesgo de desarrollar glaucoma, que otros con cualquier otra patología.
La tercera enfermedad es la hipercolesterolemia, y los valores de triglicéridos altos. “Comienzan a formarse émbolos de grasa que viajan a diferentes partes del cuerpo, pero en el caso del ojo, como hay vasitos muy pequeños, si uno tapa alguna arteria o una vena, el paciente sangra en la retina o hacia el vítreo, y pierde la visión, tiene edema macular, se les inflama la retina, porque hasta que no se controlen los niveles de colesterol los ojos se seguirán viendo afectados”.
Por último, hay que agregar que el estrés, la depresión y la ansiedad son afecciones de la salud mental que también pueden afectar la visión. “Con estos estados los pacientes están presentando ojo seco, enrojecimiento, visión borrosa, fenómenos visuales subjetivos, es decir que sienten que ven objetos flotantes, halos de luz, colores, y no están en los ojos, están en su mente, generados por los estados de depresión. Una vez que superan estos episodios, mejora la visión”.
Otras enfermedades que siguen en la lista son el lupus, la artritis reumatoidea, las espondiloartropatía y todas las llamadas enfermedades autoinmunes generan resequedad en el ojo, ardor, sensación de arenilla, dolor en la superficie ocular y esto puede extenderse a uveitis, que es una inflamación dentro del ojo.
Protegiendo nuestra salud, cuidamos nuestros ojos
Cuidar nuestra salud en general es la primera medida para mantener unos ojos sanos. Para ello debemos tener hábitos que favorezcan a nuestro organismo, como una alimentación saludable, equilibrada, mantenernos activos en el tiempo, cuidar los valores de colesterol, procurar tener en equilibrio la presión arterial y mantener a raya el estrés.
En cuanto a la alimentación, el Instituto Nacional del Ojo, recomienda incluir en la dieta vegetales de hoja verde oscuro, como la espinaca o el brócoli, incluir más frutas y también alimentos ricos en omega 3, que además optimiza la salud cerebral.
También se recomienda evitar el hábito de fumar, puesto que no solo es dañino para los pulmones sino también para nuestros ojos, ya que aumenta el riesgo de sufrir de degeneración macular, cataratas y daño del nervio óptico.
Adicionalmente, proteger nuestros ojos usando lentes de sol que bloqueen del 99 al 100 % de la radiación UVA y UVB es una gran idea, así como también tomar pausas de las pantallas de computadoras y pantallas cada 20 minutos es una de las recomendaciones para proteger nuestros ojos del efecto de la larga exposición a artefactos electrónicos.
Fuentes culmina señalando la importancia de descansar y dormir entre siete y ocho horas diariamente para poder cuidar nuestra visión y nuestra salud en general. Hay que tratar de llevar una vida más calmada, no estresarse y evitar a toda costa el sedentarismo. (Yahoo/vida y estilo).