El Gobierno de Venezuela rechazó «categóricamente» este lunes el informe anual de Estados Unidos sobre derechos humanos, en el que el país norteamericano denuncia la existencia de «presos políticos» en la nación caribeña, así como en Cuba, Nicaragua y Bielorrusia.
Al respecto, el Ejecutivo de Nicolás Maduro señaló, a través de un comunicado, que EE.UU., a pesar de «mantener una agresión permanente contra los derechos del pueblo venezolano, pretende calificar la actuación de otros gobiernos».
«Un Estado que hace exactamente 20 años emprendió una de las invasiones más brutales en la historia de la humanidad contra el pueblo iraquí, causando centenares de miles de muertes, implementando métodos de tortura y utilizando armamento de guerra contra civiles, pretende, cínicamente, dar lecciones de cómo salvaguardar derechos humanos al resto de la humanidad», expresó el Ejecutivo venezolano.
Esto, prosiguió, solo demuestra que, para el Gobierno estadounidense, los «derechos humanos son, simplemente, una herramienta que utiliza para su conveniencia política».
La llamada revolución bolivariana indicó que, entretanto, EE.UU. «no logra contener la creciente pobreza, no logra mitigar la brutalidad del racismo policial institucionalizado, no logra abandonar medidas arbitrarias de privación de libertad de migrantes indocumentados y no deja de aplicar medidas coercitivas ilegales y unilaterales contra, al menos, el 30 % de la población mundial».
Estados Unidos señaló este lunes en su informe anual sobre DD.HH. que los «gobiernos autoritarios» de países como Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bielorrusia «han condenado a cientos o miles de manifestantes pacíficos a largas e injustas penas de prisión».
Asimismo, EE.UU. señaló que Rusia ha perpetrado «crímenes de guerra» en la invasión de Ucrania como ejecuciones sumarias y violaciones de mujeres y niñas. (EFE).