La Dirección Territorial Cesar-La Guajira de la Unidad de Restitución de Tierras (URT) cierra el año 2024 con la aprobación de 12 proyectos productivos urbanos en los que se invertirán más de $ 390 millones en favor de núcleos familiares de víctimas del conflicto armado interno y beneficiarios de la entidad. Así se implementarán diversos modelos de negocios y emprendimiento equivalentes a 25 salarios mínimos cada uno.
Astrid Navarro Rodríguez, directora territorial de la URT en Cesar y La Guajira, indicó que estos proyectos productivos pasaron por un proceso de concertación con las víctimas beneficiarias del proceso de restitución de tierras. Así mismo, informó que estos cuentan con el apoyo integral de la Unidad en cuanto a su financiamiento, formulación e implementación, durante los seis meses estipulados para la ejecución.
“Los recursos para estos proyectos productivos urbanos, que por primera vez se consolidan en nuestra URT Cesar-La Guajira, provienen del Grupo Fondo de Restitución de Tierras y Territorios, y se espera que sean ejecutados de forma eficiente en beneficio de las familias”, explicó. Su implementación se realizará en los municipios de Becerril, Manaure Balcón del Cesar, Curumaní, Valledupar, La Jagua de Ibirico, Agustín Codazzi y Bosconia.
En el centro poblado del corregimiento de La Mesa, perteneciente al municipio de Valledupar, dos beneficiarios recibirán apoyo para ejecutar sus proyectos productivos urbanos. Entre ellos Vilma Montes Miranda, de 63 años, a quien se le restituyó una vivienda de 1.294 metros cuadrados en julio de 2021. Ahora, junto a su familia, establecerá una papelería, negocio ausente en esa localidad. Por otro lado, Imelda Rosario Araújo, a sus 74 años, se propone abrir una ferretería en la vivienda que se le restituyó y entregó a finales de 2020.
La etapa de cumplimiento a las órdenes judiciales, a través de proyectos productivos urbanos por parte de la URT Cesar-La Guajira, también llegó al centro del departamento. Allí, en los municipios de La Jagua de Ibirico y de Curumaní, la entidad aprobó iniciativas para cinco familias víctimas de la violencia paramilitar, que ven de nuevo una esperanza de progreso.
En este sentido, La Jagua de Ibirico se presenta como el municipio con mayor inversión de proyectos productivos urbanos para beneficiarios. Una de ellas es la señora Auris María Trillos, de 65 años, quien, con apoyo familiar, administra un restaurante llamado El Sazón, en la vereda La Victoria de San Isidro. Allí, por gestión de URT, recuperó su vivienda y hoy aspira a fortalecer su negocio con dicho proyecto.