Los masajes probablemente sean la herramienta terapéutica más antigua que el ser humano utilizó como recurso contra el dolor. Existen muchos tipos, cada uno utiliza distintas técnicas y sirven para diferentes propósitos: estimular el sistema inmunitario, relajar los músculos o aliviar el dolor.
Masaje relajante
Es el típico masaje para eliminar estrés y tensión tras un día duro de trabajo. Se aplica en todo el cuerpo, con énfasis en la espalda y en la parte baja del cuello de forma lenta, con movimientos pausados y largos, pero con una presión firme y progresiva. Esto tiene como objetivo descargar el estrés y la tensión acumulada.
Masaje terapéutico
Es el tipo de masaje que normalmente se recibe en un consultorio médico o centro de rehabilitación. Se centra en la corrección del problema que está causando el dolor del paciente y puede ser usado para tratar varios tipos de trastornos musculoesqueléticos.
Masaje de tejido profundo
Por lo general incluye movimientos lentos y fricción, se suele utilizar en centros médicos o atléticos. Implica una intensidad más profunda que la del masaje normal, para lograr eliminar las toxinas, aumentar el rango de movimiento y eliminar la tensión muscular. Puede llegar a causar dolor durante un par de días.
Masaje sueco
Es el tipo más común de terapia de masaje, e incluye los movimientos básicos necesarios para todos los masajes. Comienzan con golpes superficiales en el sentido de la circulación de la sangre para calentar los músculos, para luego pasar a los tejidos más profundos. Su objetivo es relajar y promover la eliminación de toxinas.
Masaje con piedras volcánicas
Es el masaje sueco junto con el uso de piedras calientes de basalto. Las piedras se colocan a lo largo de los meridianos para relajar los músculos y restaurar la armonía del cuerpo. Luego, el terapeuta aplica una leve presión sobre las piedras y las utiliza para masajear el cuerpo, aliviando la tensión muscular y disminuyendo el estrés.
Masaje japonés o Shiatsu
El Shiatsu es una técnica terapéutica que trabaja sobre la ruta de los meridianos de acupuntura y maneja la energía a través de la respiración y la presión. En este tipo de masaje se emplean dedos y manos para estimular o sedar la energía que fluye por el cuerpo, y así fomentar la salud y la curación.
Masaje balsámico
El masaje balsámico, o gotas de lluvia, es una técnica originaria de los indios Lakota, que utiliza una secuencia de aceites esenciales altamente concentrados. Con ello se buscan generar defensas en el cuerpo para evitar el alojamiento de patógenos, como virus o bacterias, que promueven el cansancio y la deformación de la columna vertebral.
Masaje lomi lomi
Es originario de la antigua Polinesia, se dice que los hawaianos aprendieron el masaje observando los movimientos de las ondas del mar. El masajista utiliza el antebrazo, brazo y codo para masajear todas las partes del cuerpo en movimientos progresivos, alternado los fuertes con los suaves. Busca la armonía total trabajando todos los músculos y facilitando el paso de los fluidos energéticos.
Masaje con cañitas de bambú
Hace miles de años los chinos observaron que a través de las cañas de bambú circulaba energía. Fue así como lo aplicaron sobre el cuerpo humano y descubrieron que además de realizar un suave masaje, ayuda a activar la energía del organismo. Este masaje se sirve de la elasticidad y robustez de los troncos de bambú para transportarte a un estado de relajación y disipar tensiones acumuladas.
Masaje pinda
Se inicia a partir del cirro (pulso del ombligo) para hacer fluir la energía, estirando los músculos, alineando los tendones y ligamentos. Trata reumas, relaja y trabaja desde lo superficial a lo profundo, desbloqueando músculos, energía y emociones.
Masaje maya
El masaje con pindas herbales proviene de la disciplina tradicional india conocida como Ayurveda. Se aplica utilizando bolsas de tela que en su interior guardan hierbas aromáticas. Las pindas reemplazan las manos para aplicar presión sobre el cuerpo.
Reflexología
Aunque comúnmente es conocido como un masaje de pies, la reflexología se basa en la teoría de la terapia de la zona, es decir, que las distintas partes del cuerpo están reflejadas en las plantas de los pies, y, por lo tanto, masajeando dichas partes se masajean de forma refleja los órganos, músculos u otras partes del cuerpo, estimulando los mecanismos autocurativos del propio organismo. (HolaDoctor).