El folato o ácido fólico son dos términos que se usan para referirse a un tipo de vitamina del complejo B (la vitamina B9).
Aunque su consumo suele asociarse a las mujeres, debido a su importancia antes, durante y después del embarazo, los especialistas reconocen que todos lo necesitamos. Conoce aquí qué problemas para la salud puede representar una deficiencia de folato y cómo obtenerlo.
El consumo de folato se suele recomendar debido a que nuestro organismo lo necesita para llevar a cabo distintas funciones importantes.
Desarrollo de tejidos.
Utilizar, descomponer y creas nuevas proteínas.
Formar glóbulos rojos.
Producir ADN.
El consumo diario recomendado es el siguiente:
Para hombres y mujeres de 14 años o más: 400 microgramos.
Mujeres en período de lactancia: 500 microgramos.
Mujeres embarazadas: 600 microgramos.
Este último valor se debe a que, al tomarse durante el embarazo, el folato puede brindar protección al feto contra anomalías congénitas graves que pueden causar la muerte, como defectos del tubo neural que afectan la columna vertebral, la médula espinal o el cerebro. También ayuda a prevenir abortos espontáneos al inicio de la gestación.
Se puede obtener folato de forma natural consumiendo diferentes alimentos:
Arroz.
Frutas, especialmente cítrico.
Frutos secos.
Granos enteros.
Legumbres, como guisantes y frijoles.
Levaduras.
Panes, pastas o cereales fortificados.
Vegetales de hoja verde, como espinacas o acelga.
Vísceras de animales.
Además de los alimentos, se puede obtener folato a través de suplementos, que generalmente se encuentran en forma de pastillas. Estas suelen presentarse en dosis de 400 microgramos.
Si no se cumple con el consumo diario recomendado por un largo período de tiempo, se puede sufrir una deficiencia.
¿Mayor riesgo de demencia y muerte?
La deficiencia de folato se ha vinculado con distintos problemas de salud, entre ellos, un mayor riesgo de daño neurológico y muerte. Como explica un grupo de investigadores en un reciente trabajo, publicado en Evidence-Based Mental Health, «la evidencia sugiere que la deficiencia de folato sérico aumenta la probabilidad de deficiencias en el rendimiento cognitivo y el funcionamiento neurológico».
En el nuevo estudio se analizaron los registros médicos de 27,188 personas de entre 60 y 75 años que no tenían demencia preexistente durante al menos 10 años antes de que se revisaran sus niveles de folato en sangre.
Después de tener en cuenta afecciones concurrentes, como diabetes, deficiencia de vitamina B12, deterioro cognitivo y depresión, los investigadores asociaron la deficiencia de folato con un riesgo 68 % mayor de diagnóstico de demencia. Además, los participantes con deficiencia de folato tenían tres veces más riesgo de morir por cualquier causa.
La autora principal del estudio, Anat Rotstein, becaria postdoctoral en el Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai en Nueva York, dijo en una entrevista con Medical News Today que este trabajo «es importante porque caracteriza críticamente la asociación entre un biomarcador ampliamente utilizado y fácil de medir, el folato sérico (vitamina B9 en la sangre), y los riesgos de demencia y mortalidad por todas las causas».
Cabe destacar que cuando los investigadores clasificaron sus datos por la duración del período de seguimiento, no pudieron eliminar el papel potencial de la causalidad inversa. Esto significa que no descartan que la deficiencia de folato sérico pueda ser una consecuencia del inicio de la demencia en lugar de su causa (no así con la mortalidad por todas las causas).
En caso de que la demencia sea responsable de la caída del folato sérico, los autores creen que puede ser un marcador útil para ayudar a los médicos a identificar a las personas con mayor riesgo de demencia.
Otros efectos sobre la salud
La deficiencia de folato también se ha vinculado a otros problemas de salud:
Anemia megaloblástica: es una disminución de los glóbulos rojos, que a su vez son demasiado grandes, no están completamente desarrollaos y tienen forma anormal.
Apoplejía: es el sangrado dentro de un órgano o pérdida de la circulación hacia un órgano.
Cáncer: principalmente de mama, cervical o gastrointestinal.
Complicaciones del embarazo: como deficiencia y anemia de las mujeres, defectos de nacimiento e incluso pérdida del embarazo.
Depresión.
Gingivitis: es un tipo de enfermedad periodontal que provoca encías inflamadas.
Hiperplasia gingival: es el crecimiento del tejido de las encías.
Niveles elevados de azúcar en sangre.
Niveles elevados de presión arterial.
Pérdida de la audición.
Síndrome de fatiga crónica.
Vitiligo: es una afección que provoca la pérdida de pigmentación de la piel en ciertas áreas.
Precauciones
El folato suele ser bien tolerado por todas las personas cuando se lo consume en las dosis recomendadas. Sin embargo, cuando se da un consumo excesivo de sus suplementos, pueden ocurrir ciertos efectos secundarios:
Alopecia.
Alteración en los patrones de sueño.
Calambres.
Color de orina más oscuro.
Confusión.
Enrojecimiento de la piel.
Estomatitis.
Diarrea.
Hinchazón.
Hiperactividad.
Irritabilidad.
Mielosupresión.
Náuseas.
Picores.
Urticaria.
El uso o consumo de ciertas sustancias, como alcohol, antiácidos, antibióticos, aspirinas, diuréticos, pastillas anticonceptivas o tabaco, entre otras, puede reducir la absorción de folato, y con ello aumentar el riesgo de una deficiencia. (HolaDoctor.com).