La mayoría de las picaduras de insectos son inofensivas, aunque existen casos en los que pueden resultar peligrosas.
Afortunadamente, ciertos síntomas pueden advertirnos frente a qué tipo de picaduras nos encontramos y cuándo es necesario consultar al médico. Conócelos aquí, así como distintas medidas de prevención.
Como su nombre lo indica, las picaduras de insectos son heridas lacerantes o punzantes provocadas por insectos, ya sea por defensa propia o por la necesidad de alimentarse.
La reacción ante las picaduras dependerá en gran medida de la sensibilidad de cada persona, aunque los síntomas más comunes que se pueden experimentar son:
Dolor.
Enrojecimiento.
Formación de ampollas o bultos.
Hinchazón.
Inflamación.
Irritación.
Picazón.
Acumulación de líquido en la zona afectada.
La mayoría de las picaduras de insectos suelen desaparecer tras un par de días, sin la necesidad de recibir atención médica, por lo que sus consecuencias no se elevan a más de simples molestias.
Sin embargo, existen excepciones, como es el caso de las personas que son alérgicas, puesto que estas picaduras pueden provocar reacciones que ponen en riesgo sus vidas.
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Otro factor para destacar es que sí bien la picadura en sí no representa un riesgo para la salud de la mayoría de las personas, muchos insectos pueden trasmitir a través de ella diferentes enfermedades infecciosas por virus o bacterias.
Tipos de picaduras
Las picaduras más comunes suelen deberse a los siguientes insectos:
Abejas y avispas: sus picaduras suelen ser parecidas, debido a que poseen un veneno semejante. En ambos casos puede ocurrir una rápida inflamación junto a un dolor intenso.
Chinches: sus picaduras suelen ser inocuas, aunque las personas con sensibilidad pueden desarrollar ronchas. Los expertos aseguran que las chinches son un importante problema de salud pública en gran parte del mundo, debido a que pueden encontrarse fácilmente en sábanas y colchones. Afortunadamente, no son conocidas por transmitir ni propagar enfermedades.
Garrapatas: sus picaduras no suelen ser dolorosas, aunque pueden surgir bultos en la zona afectada. Entre tres y cuatro semanas tras la picadura los síntomas suelen desaparecer. Este insecto puede causar enfermedad de Lyme, fiebre maculosa de las montañas Rocosas, y tularemia, entre otras afecciones.
Mosquitos: sus picaduras causan pequeños bultos que generan picazón, y con el tiempo pueden desarrollarse ampollas. Este insecto puede transmitir distintas enfermedades como dengue, fiebre amarilla, malaria, o zika.
Pulgas: sus picaduras pueden producir ronchas que tras media hora dejan de picar. Sin embargo, en personas sensibles las molestias pueden durar hasta una semana. Este insecto puede trasmitir distintas enfermedades, como tifus y Yersinia pestis, mejor conocida como la peste.
Tábanos: aunque sus picaduras no suelen ser dolorosas se pueden ver acompañadas por diferentes síntomas, como picazón, hinchazón, irritación, e incluso mareos y fatiga. Debido a que este insecto corta la piel cuando pica, la herida puede tardar en sanar más que antes otras picaduras de insectos. Puede trasmitir tularemia.
Cabe resaltar que los principales insectos responsables de picar a los humanos dependerán de la región o país. También influyen otros factores, como trabajar constantemente al aire libre, tener mascotas, o vivir en zonas con mala higiene.
Cómo saber si la picadura es peligrosa
Es difícil estimar un promedio de las picaduras que una persona recibe al año, pero sin lugar a duda la mayoría de ellas resultarán inofensivas.
Sin embargo, los especialistas aconsejan consultar a un médico cuanto antes si tras la picadura se presentan los siguientes síntomas:
Alteraciones del ritmo cardíaco.
Aparición de pus dentro o alrededor de la picadura.
Calambres.
Desmayos.
Dolor en el pecho.
Erupciones cutáneas que se extienden a otras partes del cuerpo.
Fiebre.
Hinchazón o picazón severa.
Mareos.
Problemas para respirar.
Vómitos o náuseas.
Qué hacer para tratar la picadura
Dado que en la mayoría de los casos las picaduras de insectos causan reacciones leves, las molestias desaparecerán al cabo de unos días sin la necesidad de tratarlas.
Usar compresas frías sobre el área afectada o cremas antihistamínicas, sedantes o analgésicas puede ser de ayuda para aliviar el malestar.
En caso de que la picadura cause una reacción alérgica, un médico determinará el mejor tratamiento para combatirla. Generalmente, se recurre a esteroides orales o antibióticos, si la picadura provocó una infección bacteriana.
También existen opciones naturales que en casos leves pueden aliviar las molestias causadas por las picaduras:
Azúcar.
Cebolla.
Limón.
Miel.
Sábila o aloe vera.
Té negro.
Vinagre.
Recuerda lavar con agua y jabón la picadura y, aunque difícil, evitar rascar o apretar la zona afectada. Esto puede causar irritación o infección.
Cómo prevenir las picaduras
Estos consejos pueden resultarte útiles para prevenir las picaduras de insectos:
Tener mosquiteros en las distintas aberturas de la casa
Cubrir la mayor parte del cuerpo cuando se está en zona de mucho follaje (mediante pantalones y mangas largas y gorras o sombreros).
Evitar áreas boscosas.
Tapar los botes de la basura.
Vaciar recipientes donde puede estancarse el agua, ya que proporciona un ambiente ideal para el desarrollo de los insectos, especialmente los mosquitos.
Otra herramienta útil para evitar las picaduras es usar repelente de insectos. Los expertos solo advierten que este nunca debe usarse en la cara, en bebés o sobre las manos de los niños. (HolaDoctor.com).