El riesgo de incendios forestales en Colombia aumentó significativamente en la última semana, declaró el miércoles la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, quien admitió que la situación actual podría repercutir negativamente en la deforestación.
Colombia, uno de los países con mayor biodiversidad del mundo, está viendo cómo los efectos de su típica estación seca se combinan con un fuerte fenómeno meteorológico de El Niño, que suele producir un tiempo más cálido y seco.
«Tiene el impacto más fuerte del cambio estructural climático que ya se percibe realmente en el año 2023 con todas estas mediciones que muestran los niveles de temperatura, la anormalidad de tener los tres océanos con temperaturas por encima de lo normal y simultáneamente un Niño que se cataloga como fuerte», dijo Muhamad.
En lo que va de enero, Colombia ha registrado unos 62 incendios forestales, de los cuales 58 fueron controlados mientras que tres permanecen activos, dijo la ministra, quien reveló que el número de municipios en alerta por incendios se multiplicó casi por cuatro hasta alcanzar los 747 desde el viernes.
Las condiciones anormalmente secas pueden hacer que los incendios naturales se descontrolen, advirtió Muhamad, quien aseguró que la sequía supone un riesgo adicional para la Amazonia del país.
«Estamos en un monitoreo muy especial de la Amazonía, en donde obviamente nos jugamos parte importante en la cifra de deforestación o reducción de la deforestación del año 2024 en estos primeros tres meses del año», explicó.
La deforestación en Colombia en el 2022 se redujo en 29,1% a 123.517 hectáreas desde las 174.103 hectáreas en el año previo.
El Gobierno presentará las cifras definitivas de deforestación para 2023 a finales de este año.
Aunque el actual fenómeno de El Niño es particularmente intenso, no se espera que dure tanto como los experimentados en 2015 y 2016, aseguró la ministra.
«Si bien puede ser muy intenso, la reducción del tiempo pues indica que los impactos puedan ser más limitados», concluyó. (Reuters).