Las citas para pruebas de detección y atención preventiva son clave para mantener la salud y el bienestar a largo plazo. Al implicarse de forma proactiva en estas prácticas, las mujeres pueden identificar los riesgos potenciales para la salud en un momento temprano, y tomar las medidas necesarias.
Esta guía describe las citas clave para pruebas preventivas y atención para la salud de las mujeres, con el fin de ayudarla a priorizar su salud y mantenerse al mando de su bienestar.
Cinco pruebas de detección de la salud de alta prioridad para las mujeres
Una atención preventiva regular es vital, y abarca tanto pruebas específicas para las mujeres, por ejemplo, las pruebas de detección del cáncer de mama y de cuello uterino, como evaluaciones generales, incluyendo evaluaciones generales como los exámenes mentales, las revisiones cutáneas, las pruebas para ETS y las colonoscopias, que protegen a la salud a lo largo de todas las etapas vitales. Las vacunas son una parte clave de este régimen proactivo.
Las pruebas de detección del cáncer de mama
El cáncer de mama es la segunda causa principal de mortalidad por cáncer en las mujeres, pero cuando se detecta temprano, es tratable. Las mamografías son la herramienta clave.
El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (USPSTF) recomendaba antes que las mujeres iniciaran las mamografías a partir de los 50 años, pero unas nuevas recomendaciones, publicadas en mayo, indican que se realicen las pruebas de detección cada dos años a partir de los 40 años.
El Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. indica que el objetivo principal es detectar el cáncer en una etapa temprana, lo que provee la oportunidad de un tratamiento efectivo y una cura potencial. En algunos casos, las pruebas de detección podrían identificar unos cánceres pequeños o de crecimiento lento, que plantean un riesgo mínimo de provocar un daño significativo o una muerte precoz.
Las pruebas de detección del cáncer de cuello uterino
El Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. recomienda que las mujeres realicen su primer frotis de Papanicolau a los 21 años, y luego cada tres años, independientemente de la actividad sexual. Esta prueba busca cambios precancerosos en las células del cuello uterino. Además, una prueba del virus del papiloma humano (VPH) verifica las infecciones con unos tipos del virus que pueden provocar cáncer.
A partir de los 30 años, el USPSTF recomienda realizar las pruebas de prevención, mediante el uso de uno de estos métodos:
Una prueba de VPH cada cinco años
Una prueba conjunta de VPH/frotis de Papanicolaou cada cinco años
Un frotis de Papanicolau cada tres años
Las directrices actualizadas de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society) recomiendan que las mujeres inicien las pruebas de detección del cáncer de cuello uterino a los 25 años, junto con una prueba del VPH, y hacer una prueba repetida cada cinco años hasta los 65 años. Pero las pruebas conjuntas del VPH/frotis de Papanicolaou cada cinco años, o con un frotis de Papanicolau cada tres años, sigue siendo aceptables.
» La mayoría de las mujeres que desarrollan un cáncer de cuello uterino nunca se han sometido a una prueba de detección en sus vidas, o solo lo han hecho raras veces», comentó Debbie Saslow, directora estratégica y de vacunas de la Sociedad Americana Contra El Cáncer. Estas pruebas de detección son esenciales, ya que detectan cambios anómalos en las células del cuello uterino, lo que permite una intervención y un tratamiento tempranos, antes de que el cáncer se desarrolle.
Las pruebas de detección del cáncer colorrectal
El USPSTF afirma que unas pruebas de detección constantes para el cáncer colorrectal a partir de los 45 años son esenciales, tanto para la prevención como para la detección temprana. Recomienda que las personas de entre 45 y 75 años se sometan a pruebas de detección regulares para el cáncer de colon/rectal. Los que superen esta edad deben pedir la orientación de su proveedor de atención de la salud.
Las pruebas de detección del cáncer colorrectal pueden detectar anomalías en el colon y en el recto, con frecuencia antes de que aparezca algún síntoma. Esto aumenta las probabilidades de un tratamiento exitoso y unos mejores resultados. Como este cáncer en general se desarrolla de forma lenta con el tiempo, unas pruebas de detección regulares tienen un rol esencial para identificar los pólipos precancerosos y los cánceres en etapa temprana, lo que ofrece la oportunidad de una intervención oportuna y de reducir el riesgo de una progresión a la enfermedad avanzada.
El Dr. Omar Khokhar, médico principal de OSF Medical Group–Gastroenterology, en Bloomington, Illinois, expresó preocupación sobre las personas que no se están cuidando.
«Me preocupo por las personas que no les hacen caso a sus síntomas, o que no tienen tiempo, o que piensan que no es necesario», señaló en un artículo de OSF Health Care. «El dolor abdominal, la pérdida de peso no intencionada, la sangre en las heces, estas son cosas que podrían o no ser preocupantes, pero si experimenta cualquiera de estas cosas, debe hablarlo con el médico».
Las pruebas de detección de las ETS
Las directrices de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. plantean que todas las mujeres sexualmente activas menores de 25 años deben hacerse una prueba anual de clamidia y gonorrea. Adicionalmente, las mujeres de a partir de 25 años que tienen parejas sexuales múltiples, o que participan en conductas de alto riesgo, deben hacerse una prueba anual de estas infecciones de transmisión sexual.
Si no se tratan en las mujeres, las infecciones con clamidia y gonorrea pueden provocar complicaciones graves. La clamidia sin tratar puede resultar en enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), que puede provocar dolor pélvico crónico, infertilidad y un mayor riesgo de embarazos ectópicos. La gonorrea sin tratar también puede contribuir a la EIP y conducir a graves problemas de la salud reproductiva, entre ellos infertilidad y una mayor susceptibilidad a otras infecciones.
Las pruebas de detección del cáncer de piel
Las mujeres deben someterse a un examen cutáneo profesional con un dermatólogo cada año, para detectar el cáncer de piel, según la Skin Cancer Foundation, una organización sin fines de lucro. Las pruebas anuales de detección del cáncer de piel tienen un rol esencial para la detección temprana y el tratamiento oportuno, lo que mejora las probabilidades de unos resultados exitosos y reduce el riesgo de progresión del cáncer de piel.
Las pruebas de detección del cáncer de piel son vitales, porque pueden detectar pronto las anomalías de la piel, lo que permite una intervención y un tratamiento oportunos. Si no se trata, un cáncer de piel, por ejemplo, un melanoma, puede progresar y propagarse a otras partes del cuerpo, lo que conduciría a un tratamiento más extenso y difícil. La detección temprana a través de las pruebas aumenta las probabilidades de un diagnóstico temprano y un tratamiento exitoso.
Al participar activamente en estas pruebas de detección, las mujeres pueden hacerse cargo de su salud y asegurarse un futuro más sano. (HolaDoctor.com).