Luego del Tercer Congreso Internacional del Cóndor Andino, primero en Colombia, liderado por Corpocesar, que se llevó a cabo en la ciudad de Valledupar, en 2019, y cuya finalidad fue analizar y establecer medidas de conservación del ave emblemática de América del Sur, se planteó realizar el Primer Censo Nacional del Cóndor Andino, liderado por la Fundación Neotropical, el cual se llevó a cabo los días 13,14 y 15 de febrero de 2021, en todo el territorio nacional a lo largo de la cordillera de Los Andes, desde los departamentos de La Guajira a Nariño.
En el Cesar, el conteo se desarrolló de manera simultánea tanto en la Serranía del Perijá, como en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, en la jurisdicción de Corpocesar, con la participación del Centro de Atención y Valoración de Fauna y Flora Silvestre de Corpocesar, liderado por la Fundación ORNIAT; la Fundación Ecológica Los Besotes; la Fundación Hidrobiológica George Dahl; las alcaldías de La Jagua de Ibirico y de Codazzi y el resguardo Yukpa de Sokorpa, en la Serranía del Perijá, a través del Programa Riqueza Natural de USAID.
“De los 5 individuos observados sobre el cerro Cóndor, en la reserva natural Los Besotes, se evidenció un comportamiento de vuelo de tres individuos, dos cercano y el otro a mayor altura, el cual pudo ser una pareja reproductiva y la cría de un individuo avistado el año anterior”, indicó, el director de la Fundación Ecológica Los Besotes, Tomás Darío Gutiérrez.
El Cóndor de los Andes, pesa entre 9 y 15 kilos y es considerada el ave voladora más grandes del mundo y de Colombia; los expertos estiman que alrededor de 130 cóndores viven en los Andes colombianos, sin embargo, está en peligro crítico de extinción en el país y casi amenazado a escala global, debido al bajo número de individuos existentes en su área de distribución, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
La especie, que solo pone un huevo cada dos o tres años y se distribuye desde Venezuela hasta el sur de Argentina y Chile, nunca había sido censada por lo que el censo actual se convierte en el punto de partida para seguir estimando de manera real, la población de cóndores en el país, lo cual será una herramienta para CAR’s y organizaciones responsables de su conservación.