Es quizás la comida más delicada del día porque al contrario que el desayuno, el almuerzo o los snacks entre horas, no tenemos tiempo para utilizar esa energía que aporta la cena; calorías almacenadas en el organismo que también se necesitan durante el descanso, aunque la clave radica en el tipo y la cantidad. De hecho, los nutricionistas se centran a menudo en ella a la hora de diseñar planes de alimentación con el objetivo de alcanzar el peso ideal y no solo eso, elegir una combinación adecuada ayuda a descansar mejor, favorece la digestión, mantiene el metabolismo activo y es más probable que nos levantemos con un vientre más plano.
Las 5 claves de una cena perfecta
1. La hora y la cantidad ideal: «Evita cenas copiosas y procura cenar 2-3 horas antes de acostarte, pero tampoco te vayas a la cama con hambre», avisa la experta. También recomienda las recetas que contengan «proteínas ligeras (pescado, huevos, tofu), grasas saludables (aguacate, semillas, aceite de oliva virgen extra) y una pequeña cantidad de hidratos de carbono complejos (patata o boniato enfriados)», ya que «puede favorecer un mejor descanso al contribuir a la síntesis de serotonina y melatonina, hormonas clave en la regulación del sueño».
2. Prioriza los vegetales cocidos: «Aportan fibra, vitaminas y minerales esenciales para el descanso. Si tienes digestiones pesadas, elige los vegetales cocidos en lugar de crudos para evitar inflamación. Purés y cremas son opciones ideales para la cena».
3. Apuesta por el omega-3: «El pescado azul (sardinas, caballa, anchoas) es rico en omega-3, con propiedades antiinflamatorias que favorecen el descanso. Se recomienda consumirlo al menos 2-3 veces por semana».
4. Hidrátate y evita estimulantes: «Limita el consumo de café y té a partir de media tarde, ya que la cafeína puede interferir en la conciliación del sueño. Como alternativa, opta por infusiones relajantes como la manzanilla o la valeriana».
5. Acierta con el postre: «Productos como el kéfir o el yogur natural (preferiblemente de cabra u oveja) aportan probióticos beneficiosos para la salud intestinal. Para endulzar de forma saludable, las frutas de bajo índice glucémico, como los arándanos o frutos rojos». (Hola.com).