Los datos no dejan lugar a la duda: el cáncer ya es la segunda causa de muerte en España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Sociedad Española de Oncología Médica, una enfermedad para la que es clave la prevención y el abordaje precoz. Si bien es cierto que la mayor parte de los casos de esta enfermedad son esporádicos —que obedecen a causas distintas de la hereditaria, de 1 a 2 casos de cada 10 (es decir, entre un 5 y 10 %) sí están relacionados con la herencia.
Tumores que aparecen a edad temprana
Teniendo esto en cuenta, uno de los principales trabajos en el abordaje del cáncer es diferenciar aquellos hereditarios de aquellos esporádicos, aunque tengan miembros en su familia con algún tipo de tumor. Una de las señales de alarma se da cuando aparece un tumor a edad temprana y no es el primer caso en la familia. En esos casos, existe la posibilidad de que se trate de un cáncer con base hereditaria, y suele responder a la mutación de algún gen que pasa de generación en generación y predispone al individuo a contraer algunos tipos de cáncer.
Cuáles son los tipos de cáncer hereditario más frecuentes
Una de las dudas que nos surge es cuáles son los tipos de cáncer hereditarios más comunes. “Los cánceres hereditarios más frecuentes son el de mama, ovario y colon. Aproximadamente un 10 % de los cánceres de mama y un 5 % de los de colon tienen una base genética.
¿Cómo se realiza el diagnóstico de los casos de cáncer genético?
Tal y como nos explica el doctor Manuel Morales González, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Hospiten Rambla, se sospecha que en una familia hay una predisposición genética al cáncer, cuando se diagnostican varios cánceres en edades precoces (menores de 50 años), aparecen varios tumores distintos en un mismo individuo, hay historia familiar positiva y una distribución atípica por sexos (como, por ejemplo, cáncer de mama masculino).
La importancia de los estudios genéticos
Como decíamos, cuando se da esa situación, es importante para su abordaje previo dejarse hacer un árbol genealógico detallado, calcular las probabilidades de cáncer genético y hacer, si necesario, un test genético (análisis de sangre para detectar la mutación de un gen concreto).
A través de los estudios genéticos se identifican los posibles genes con mutación y se evalúa el riesgo de desarrollar un tumor a raíz de este. Sin embargo, no todos los genes tienen mutación, por lo que también es importante detectar genes afectados, así como estudiar la historia de la familia para valorar el riesgo potencial del paciente de sufrir cáncer en el futuro. La vigilancia se suele empezar diez años antes del caso más joven de cáncer en la familia.
¿Qué ocurre cuando los dos progenitores tienen algún caso de cáncer en la familia?
Si bien se puede creer que es más preocupante cuando los dos progenitores presentan casos de cáncer en la familia, esto es justamente lo que más “tranquiliza” a los oncólogos, ya que significa que los tumores no están relacionados con herencia genética y seguramente respondan a una cuestión de casualidad.
Pronóstico para los pacientes con un cáncer de base genética
De la misma forma que ser portador del gen es casi una cuestión de lotería, como apuntan los expertos, también lo es desarrollar finalmente el cáncer. Hay muchas más posibilidades, pero no siempre sucede. En el caso de que finalmente desarrolle el cáncer, el adecuado y exhaustivo seguimiento que llevan estos pacientes puede ser garantía de un diagnóstico de la enfermedad en fases precoces. (Hola.com).