El corregimiento de Azúcar Buena, ubicado en la zona rural de Valledupar, en las inmediaciones de la Sierra Nevada, es el epicentro de la transformación productiva de 14 familias restituidas en el departamento del Cesar, donde se formalizó la alianza con la Asociación de Pequeños Productores Agropecuarios, Apramesa, con miras a fortalecer las capacidades socio empresariales, organizativas y comerciales.
Son 205 hectáreas en manos de familias restituidas que desarrollan iniciativas productivas de piscicultura, ganadería doble propósito, cacao, café, miel y agricultura. Los beneficiarios que iniciaron el trabajo de fortalecimiento con Apramesa recibieron por parte de la Unidad de Restitución de Tierras, un encadenamiento productivo que les permitió mejorar sus fincas, implementar un proyecto productivo de acuerdo con la vocación de los terrenos y contar con soporte técnico.
La Unidad también hizo acercamientos con la Asociación Asoprohogar, que busca un trabajo de fortalecimiento socio empresarial para formalizar la comercialización de los productos de los restituidos y productores de la zona. Estas alianzas permiten tener una diversificación del producto asegurando precios justos, calidad y mejorar los ingresos de los productores beneficiarios de restitución vinculados a estas asociaciones.
“En el Cesar, la Unidad ha gestionado cerca de 79 acuerdos comerciales para beneficiarios de restitución de tierras, a través de Agricultura por Contrato, que ha permitido comercializar leche, ganado en píe, miel, palma de aceite, café y cacao. El Programa de Proyectos Productivos de la Unidad ha realizado inversiones por más de $6.330 millones, restableciendo la economía de las familias beneficiadas con esta política de Estado”, aseguró Claudia Mireya Manotas Mejía, directora territorial Cesar- Guajira.
Actualmente en la región, y con el respaldo de la Unidad de Restitución de Tierras, las familias restituidas están viviendo una segunda oportunidad. Es el caso de Mireya Carvajalino Menese, quien, junto con su familia, emprende dos iniciativas productivas enfocadas en cacao, logrando suministrar la materia prima la cual es procesada en chocolate artesanal Don Arnoldo y cerveza artesanal de cacao.
Por su parte, Elkin Smith Robles, otro campesino beneficiado, implementó un proyecto de Apicultura que le ha permitido producir miel orgánica y así mismo generarle valor agregado a este producto que hoy en día tiene la marca de Mieles Vietnam del Norte, el cual aporta un sentido social, ambiental y económico a su núcleo familiar y la región.