Los niños con problemas de la salud mental están inundando a los hospitales de Estados Unidos.
Un nuevo estudio de 4.8 millones de hospitalizaciones pediátricas entre 2009 y 2019 encontró que el número de internaciones para la atención aguda de niños con problemas de la salud mental aumentó de forma significativa. En 2019, la mayoría se debieron a intentos de suicidio, pensamientos suicidas o autolesiones, señalaron los investigadores.
«Cada vez vemos más estadías hospitalarias de niños y adolescentes debido a problemas de la salud mental, en términos de los números absolutos, y una fracción sustancialmente más grande de estas estadías se relacionan con el suicidio y las autolesiones», comentó la líder del estudio, Mary Arakelyan, gerente de proyectos de investigación del Centro Médico Dartmouth-Hitchcock en Lebanon, Nueva Hampshire.
«Dado que las hospitalizaciones por los problemas de la salud mental representaron una mayor proporción de las hospitalizaciones pediátricas en 2019 que en 2009, es imperativo pensar en cómo los ambientes de pacientes internos satisfarán las necesidades de salud mental de una creciente población de jóvenes», añadió.
El estudio encontró que las hospitalizaciones pediátricas por la salud mental aumentaron en un 26 por ciento entre 2009 y 2019.
Y en ese mismo periodo, las que se debían a un intento de suicidio, pensamientos suicidas o autolesiones aumentaron de un 31 a un 64 por ciento.
La investigadora sénior, la Dra. JoAnna Leyenaar, vicepresidenta de investigación del departamento de pediatría del Dartmouth-Hitchcock, dijo que los niños con problemas de la salud mental acuden a los hospitales porque no tienen ningún otro lugar al que acudir.
«Los hospitales de atención aguda proveen acceso a la atención para los jóvenes y las familias cuando experimentan una crisis de salud mental y no están seguros de a qué otro sitio acudir, cuando necesitan atención médica para un intento de suicidio o autolesión, y cuando les preocupa no estar seguros en casa», dijo.
Las hospitalizaciones son un marcador de la creciente prevalencia y de la gravedad de las afecciones de la salud mental en los niños, apuntó Leyenaar.
Es probable que el aumento se deba a varios factores, observó.
«Sabemos que hay una escasez nacional de profesionales de la salud mental, así como disparidades geográficas respecto a los profesionales de la salud mental que atienden a niños», comentó Leyenaar. «Como resultado, con frecuencia es difícil acceder al tratamiento basado en la comunidad». En muchos lugares, los pacientes deben desplazarse una gran distancia para acceder a la atención.
Mientras tanto, la prevalencia de las afecciones de la salud mental en los jóvenes ha seguido en aumento durante la pandemia de COVID-19, dijo.
Además, hay varios factores de riesgo de las crisis de la salud mental, y muchos han aumentado en la última década. Entre ellos se encuentran las redes sociales, dormir mal, y el conflicto con los pares y la familia, aclaró Leyenaar.
Una falta de recursos comunitarios y escolares también contribuye, apuntó Arakelyan.
«Es probable que, aunque otras causas de hospitalizaciones de niños estén haciéndose menos comunes, debido a una mejor gestión de los pacientes ambulatorios, los recursos de pacientes ambulatorios, comunitarios y escolares para la salud mental no se hayan mantenido al día con las necesidades», señaló.
Leyenaar dijo que es importante que los padres sepan que preguntar a sus hijos sobre el suicidio y los pensamientos de autolesión no aumenta el riesgo de suicidio.
«Quizá sea protector, al permitir a las familias buscar respaldo antes de que ocurra una crisis. Reducir el estigma de hablar sobre las afecciones de la salud mental también es importante», apuntó. «Los síntomas de la salud mental son comunes en los adolescentes, y estar abierto a hablar sobre ellos y buscar tratamiento temprano podría ser de verdad útil para algunos jóvenes».
El estudio se publicó en la edición del 28 de marzo de la revista Journal of the American Medical Association.
Un experto de salud mental de Nueva York se mostró de acuerdo en que hay una escasez de proveedores y una falta de servicios de pacientes ambulatorios para ayudar a los niños que tienen problemas emocionales.
El Dr. Scott Krakower ve el resultado de esto en su consultorio como psiquiatra pediátrico tratante en Northwell Health en Glen Oaks, Nueva York.
«Nuestros servicios de pacientes ambulatorios están inundados», advirtió. «Hacemos todo lo que podemos, pero no hay otros proveedores de atención mental para atender a las necesidades de los pacientes ambulatorios».
Tampoco hay suficientes proveedores de atención de la salud mental para ayudar a los niños antes o después de una crisis, observó Krakower. Y la mayoría de los seguros no cubren la atención a largo plazo que estos jóvenes necesitan.
«Los seguros se han puesto más estrictos respeto a lo que cubren», indicó Krakower. «Dado todo lo que está sucediendo, y como nadie desea ver a las personas luchar con esto, la cobertura de seguro ha sido una gran barrera».
Si un diagnóstico y un tratamiento más tempranos estuvieran más disponibles, muchas de estas hospitalizaciones se podrían evitar, aseguró.
Como están las cosas, un joven quizá tenga que esperar hasta seis meses para una cita como paciente ambulatorio debido a la escasez de proveedores, dijo Krakower. La falta de atención ambulatoria es con frecuencia el motivo de que los niños y los adolescentes no reciban tratamiento para la depresión, la ansiedad y los pensamientos suicidas hasta que ocurra una crisis, y acudir a la sala de emergencias es la única opción, añadió. (HolaDoctor.com).