Luego de que miembros de la Policía atendieran el llamado de habitantes del barrio La Inmaculada en Chimichagua, y procedieran a rescatar a una babilla (Caiman crocodilus fuscus) de 1.65 metros que merodeaba el sector, funcionarios de la sede de Corpocesar en ese municipio, llevaron a cabo su liberación en aguas del río Cesar.
El director de Corpocesar, John Valle Cuello, manifestó que en varios municipios, durante esta cuarentena, muchas especies silvestres están deambulando por las calles, por lo que llamó la atención de los cesarenses y los instó a poner este hecho en conocimiento de las autoridades para proceder a rescatarlos y liberarlos en su hábitat natural.
“Seguimos trabajando de forma articulada con las distintas autoridades en el tema de decomiso y rescate de animales silvestres, por eso queremos decirles a quienes tienen fauna silvestre como mascota, que estas especies no son para tenerlas encerradas en jaulas sino que deben estar libres, la naturaleza los necesita porque son importantes para el equilibrio ecológico. Por eso, estamos invitando a los cesarenses a hacer entregas voluntarias, comunicándose con la Corporación, donde estamos dispuestos a llegar hasta sus hogares, recibirlas y llevarlas al Centro de Atención y Valoración de Fauna y Flora Silvestre, allí serán atendidos por profesionales, que realizan un proceso de recuperación y rehabilitación para su posterior liberación“, aseguró Valle Cuello.
La babilla es una especie nativa de los ecosistemas hídricos en los cuales cumple un papel fundamental en la preservación del equilibrioecológico en estos ecosistemas, es así como el tráfico ilegal de estas especies pone en riesgo su existencia, por tal motivo, su caza y comercialización representa un gran detrimento ambiental, por lo que esta actividad ha sido considerada por el Código Penal en su artículo 328 como delito de aprovechamiento de recursos naturales con penas que van desde multas hasta prisión.