Desde el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes se viene realizando un trabajo con diferentes instituciones, organizaciones, entre ellas el Ministerio de Educación para, desde una visión intersectorial, lograr contribuir con la prevención, manejo y consumo de drogas en las instituciones educativas y diferentes espacios entorno a los niños, niñas, jóvenes y adolescentes.
La viceministra de los Patrimonios, las Memorias y la Gobernanza Cultura, Adriana Molano, se refirió a esto en el Congreso: “Sabemos que ofrecer a los niños y jóvenes una formación artística, en las diferentes prácticas como música, teatro, y danza, permite una educación integral que aleja la posibilidad de consumir drogas”.
El Ministerio de las Culturas desarrolla diversos programas que son alternativas desde las artes, las culturas y los saberes y así hacer frente a esta problemática social. Algunos son:
Batuta, esperanza para la paz: este programa se enfoca especialmente en las víctimas de la violencia y la población vulnerable. Este año brindó atención a 18 mil niños y jóvenes en 136 centros, distribuidos en los 31 departamentos del país. La inversión alcanzó los 18 mil millones de pesos.
Sonidos para la Construcción de Paz: busca fortalecer iniciativas comunitarias y organizativas relacionadas con las prácticas, expresiones y pensamientos artísticos y musicales de niños, niñas y adolescentes. En el último año, atendió a 32 mil niños en 160 establecimientos educativos, ubicados en 91 municipios de Colombia, con una inversión de 100 mil millones de pesos.
Convocatoria para fortalecer iniciativas de formación artística y cultural: realizada a nivel nacional, esta convocatoria representó una inversión de 162 mil millones de pesos y permitió el fortalecimiento de 322 proyectos que trabajan desde los territorios, formando a niños, niñas y jóvenes con el propósito de alejarlos de la guerra y las situaciones del conflicto armado.
Jóvenes por el cambio: a través de una convocatoria pública, se respaldaron 6718 proyectos de 1918 colectivos de jóvenes, entre 18 y 24 años, dedicados a reconstruir el tejido social.
Resignificación de los usos ancestrales de las plantas sagradas: este proyecto implica trabajar con comunidades y pueblos originarios para dar un nuevo significado al uso tradicional de plantas sagradas como la coca, la marihuana y la ayahuasca. Busca destacar la diferencia entre el uso medicinal y espiritual.
Finalmente, desde el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, se está implementando la Estrategia Nacional de Cultura de Paz, que, de manera transversal, busca, como afirma la viceministra Molano “cambiar los imaginarios sociales de este país, de un país en guerra, hacia un país en paz”. Con la estrategia se han fortalecido cincuenta iniciativas desde los territorios, con sus culturas propias y desde los saberes, sacando a niños, niñas y jóvenes del consumo de drogas.