Aunque naturalmente los problemas con el colesterol se relacionan con la edad, cada vez más niños y adolescentes presentan niveles preocupantes de esta sustancia grasosa en la sangre.
Los factores que influyen en la aparición del colesterol alto temprano en la vida son, entre otros:
Una mala dieta, especialmente alta en grasas y alimentos procesados.
Antecedentes familiares de colesterol alto, en especial si ambos padres tienen esta condición preexistente.
La obesidad
Algunas condiciones, como la diabetes, la enfermedad renal (de los riñones) y ciertas enfermedades de la tiroides también pueden disparar el colesterol alto en niños y adolescentes.
Obesidad: cómo se mide el índice de masa corporal
Uno de los factores de riesgo del colesterol alto en niños, la obesidad, afecta a menores de edad en todo el mundo.
Las tasas de obesidad infantil y adolescente en Latinoamérica están entre las más altas del mundo, con uno de cada 5 menores de 20 años con sobrepeso u obesidad, según un análisis de 2017.
La Organización Mundial de la Salud considera a la obesidad uno de los principales problemas de salud pública global.
En los Estados Unidos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), hay 13.7 millones de niños y adolescentes obesos.
La misma fuente indica que 7.4 % de los niños y adolescentes en los Estados Unidos tiene colesterol alto. Las niñas lo tienen más alto que los niños, una tasa de 8.9 % contra 5.9 %.
Por eso, está ocurriendo un triste fenómeno: menores en riesgo de padecer enfermedades de adultos, o con estas condiciones ya diagnosticadas.
Un nivel aceptable de colesterol para un menor es una cifra menor a 170 mg/dl. Entre 170 mg/dl y 199 mg/dl se considera una cifra alta límite. Cualquier resultado superior a 200 mg/dl ya se considera alto.
¿Qué hacer?
Una de las limitaciones para tratar el colesterol en la infancia y la adolescencia es que, a diferencia de en los adultos, no es una prueba de rutina.
Se suele realizar una prueba de colesterol (que es a través de una muestra de sangre) entre los 9 y 11 años, y luego se repite cada 5 años. En los casos en que el menor tenga antecedentes de colesterol alto en la familia, el pediatra seguramente pida más pruebas.
Frutas que ayudan a bajar el colesterol
Para atacar al colesterol y que el niño no crezca y se convierta en un adulto con esta afección, estos cambios son esenciales:
El niño o adolescente debe bajar de peso. Para eso, dos claves:
Debe ser activo, practicar un deporte, correr, caminar. Por supuesto ayuda limitar el tiempo sedentario frente a una pantalla.
Comer sano. Frutas frescas, vegetales y granos integrales (legumbres), evitar o limitar al máximo las grasas saturadas, las frituras y los dulces.
Qué es el colesterol
El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células de tu cuerpo.
El organismo necesita algo de colesterol para producir hormonas, vitamina D y sustancias que le ayuden a digerir los alimentos. El cuerpo humano produce todo el colesterol que necesita. Pero el colesterol también se encuentra en alimentos de origen animal, como yemas de huevo, carne y queso.
Si se tiene demasiado colesterol en la sangre, puede combinarse con otras sustancias para formar placa. La placa se pega a las paredes de los vasos sanguíneos. Esta acumulación se llama arterioesclerosis.
La Biblioteca Nacional de Medicina explica que, si se tiene grandes depósitos de placa en las arterias, un trozo de placa puede romperse. Esto puede causar que se forme un coágulo de sangre. Si el coágulo es lo suficientemente grande, puede bloquear un poco o completamente el flujo de sangre en una arteria coronaria.
Si el flujo de sangre rica en oxígeno al músculo cardíaco se reduce o se bloquea, puede causar angina (dolor de pecho) o un ataque al corazón.
La placa también puede acumularse en otras arterias del cuerpo, incluidas las arterias que llevan sangre rica en oxígeno al cerebro y extremidades. Esto puede conducir a problemas como enfermedades de las arterias carótidas, accidente cerebrovascular y enfermedad arterial periférica.
Si bien el cuerpo infantil y adolescente es más fuerte que el adulto para enfrentar la enfermedad, la devastación temprana que puede causar el colesterol alto puede conducir a problemas cardíacos en los primeros años de la adultez. (HolaDoctor.com).