¿Alguna vez te preguntaste por qué nos da sueño después de comer?
Ese fenómeno tiene nombre: somnolencia postprandial. Aunque popularmente se lo conoce como «mal del puerco», «hora del burro», marea alcalina o post-lunch dip (en inglés). Aquí repasamos cuáles son sus causas y qué puedes hacer para evitarlo.
Puntos clave
La somnolencia postprandial es un proceso fisiológico que ocurre en el cuerpo durante la digestión de los alimentos.
Suele asociarse a la hora del almuerzo, puesto que sus síntomas entorpecen la realización de las tareas laborales posteriores al horario de comida.
Aunque la somnolencia postprandial tiene raíces fisiológicas, existen formas de evitar el cansancio o fatiga tras el almuerzo y aumentar el estado de concentración y alerta.
La somnolencia postprandial es un proceso fisiológico que ocurre en el cuerpo durante la digestión de los alimentos, que provoca una disminución de energía en el sistema nervioso, que se traduce en sueño, sensación de pesadez, cansancio, poca concentración e incluso confusión.
Suele asociarse a la hora del almuerzo, puesto que sus síntomas entorpecen la realización de las tareas laborales posteriores al horario de comida.
Actualmente, no se conoce con exactitud que causa la somnolencia postprandial. Algunos investigadores afirman que durante la digestión se concentra más sangre en el sistema digestivo, lo que disminuye el flujo sanguíneo cerebral, provocando somnolencia.
Otros expertos descartan esa idea, señalando que ese fenómeno no ocurre, por ejemplo, cuando se realiza ejercicio, momento en que la sangre se concentra en los músculos.
En cambio, explican que el incremento de glucosa en sangre (que proviene de los alimentos) disminuye la actividad neuronal en una zona del cerebro llamada.
También aseguran que durante este proceso aumentan los nivele de un aminoácido llamado triptófano, que a su vez causa la disminución del estado de alerta.
Los efectos de la somnolencia posprandial pueden variar entre las personas, y a su vez, dependerán de muchos factores, como las condiciones o ambiente posteriores al almuerzo, el tipo de alimento que se consumió o las horas de sueño previas. Sin embargo, se estima que puede durar desde unos pocos minutos hasta dos horas.
Cómo evitar la somnolencia
Aunque la somnolencia postprandial tiene raíces fisiológicas, existen formas de evitar el cansancio o fatiga tras el almuerzo y aumentar el estado de concentración y alerta:
Cuidado con lo que comes
Cuando se consumen alimentos azucarados o ultraprocesados, como frutas en almíbar, sopas o fideos enlatados, deshidratados, o empaquetados, margarinas, papas fritas, refrescos, galletas, dulces, salsas, helados o mermeladas, entre otros, al cerebro llega rápidamente una señal de satisfacción y reposición de energía. (Yahoo/vida y estilo).