Los problemas ginecológicos son tan comunes como mujeres hay en el mundo, y consisten en afecciones médicas que afectan el sistema reproductivo y los órganos sexuales femeninos. Muchos de ellos tienen síntomas comunes, pero a su vez, muchos de estos síntomas también son alertas de enfermedades subyacentes que pueden ser peligrosas, como el cáncer, y que no necesariamente están relacionadas con la zona genital.
Incluso entre las mismas afecciones puede haber confusión puesto que algunas de las más comunes coinciden en algunos síntomas. Por ejemplo, una candidiasis vaginal, que es una infección fúngica común, puede causar ardor, picazón, secreciones y molestias en las áreas de la vulva y la vagina, mientras que, tal como se explica en Banner Health, una enfermedad de transmisión sexual puede tener también síntomas variados que pueden ser confusos como secreción vaginal, picazón, ardor, y olor vaginal.
Asimismo, comezón o prurito en la zona íntima femenina puede ser causada por resequedad vaginal, o por una dermatitis, entre otras causas y de allí la gran importancia de estar alertas a todas las señales que envía nuestro cuerpo y de la consulta oportuna al especialista.
Hay otras enfermedades mucho más serias que pueden tener síntomas parecidos a los de algunas de las afecciones vaginales más comunes, tal es el caso del cáncer de colon, pues, aunque los hombres también pueden sentir los mismos signos, las mujeres pueden confundirlos con problemas ginecológicos comunes.
Según se explica en The Health, el cáncer colorrectal es el tercero más común entre hombres y mujeres en los Estados Unidos, y se trata de cualquier cáncer que surja en el colon o el recto, que juntos forman el intestino grueso en el tracto gastrointestinal. Hay que decir que muchas veces esta enfermedad es asintomática, sobre todo en sus primeras etapas.
El primer punto común entre esta enfermedad y los problemas ginecológicos son los calambres abdominales, tan frecuentes para algunas mujeres cuando llega la menstruación. La clave está en observar si los dolores abdominales se presentan con el ciclo menstrual o aparecen a lo largo del mes. Si tenemos dolores que parecen menstruales, pero no están relacionados directamente con el periodo o si es inusualmente intenso, o es un dolor nuevo, lo más conveniente es acudir al médico.
Otro punto de alerta son las hemorroides. Quienes sufren de este padecimiento podrían ver que empeora durante los días de la menstruación. Y es que, según se explica en Proctolog, las fluctuaciones hormonales del periodo pueden provocar que las hemorroides se inflamen lo cual, además, podría aumentar el riesgo de trombosis hemorroidal.
La clave es comprender que la menstruación no causa hemorroides ni trombosis hemorroidal, sino que estas aparecen por otros factores como el estreñimiento o hacer esfuerzos cuando vamos al baño. De esta manera, el sangrado rectal no es un síntoma normal y común de la menstruación, sino que responde a una causa, si no son hemorroides puede ser un aviso de cáncer colorrectal, con lo cual si se presenta, hay que acudir al médico para descartar y encontrar los tratamientos adecuados.
Por último, es importante conocernos, saber cómo responde nuestro cuerpo. Así que, según la Biblioteca de Brigham and Women’s Hospital, algunos problemas ginecológicos que sí deben conducirnos a la consulta sin lugar a dudas son el sangrado entre periodos, una necesidad frecuente de orinar o ardor, dolor y calambres abdominales persistentes no relacionados con la menstruación, hinchazón abdominal persistente, bultos o llagas en la zona, flujo de olor y color desagradable e inusual, y dolor durante las relaciones sexuales, entre otras. Si observamos síntomas extraños, que nos preocupan, es mejor acudir al médico que quedarnos con la angustia. (Yahoo/vida y estilo).