A ochocientos metros sobre el nivel del mar, se ubica el corregimiento de La Peña de Los Indios, jurisdicción de San Juan del Cesar, en el departamento de La Guajira, territorio ancestral del Pueblo Wiwa, una nación originaria del Caribe colombiano que por siglos ha resistido todo tipo de violencia, la más cruenta en ocasión del conflicto armado interno colombiano que causó desapariciones, asesinatos, intimidaciones, confinamiento y obligó forzosamente al desplazamiento de este pueblo por zonas urbanas, principalmente del norte del país.
Pese a las condiciones adversas por el histórico sometimiento e imposición cultural, agravada a partir del efecto de la violencia simbólica y la política padecida, a las comunidades wiwas se les presenta una posibilidad de transformación en el marco de la Justicia Transicional y en atención al cumplimiento de la legislación general y específica destinada a proteger y a recuperar los derechos vulnerados y a corregir las afectaciones a esta comunidad indígena.
Sentirse guardianes del sol, agua, aire y de la tierra es parte de la cosmovisión del Pueblo Wiwa, cultura que perdura generacionalmente entre las comunidades indígenas que, rinden tributo a los sitios sagrados, armonizando y “pagando” en monumentos naturales que resisten el paso del tiempo en un mágico lugar como la Sierra Nevada de Santa Marta, imponente columna montañosa compartida por los departamentos de Cesar, Magdalena y La Guajira.
Para cumplir su misión, la Unidad de Restitución de Tierras orienta su especial atención al territorio Wiwa, comunidad indígena con la que se adelanta un proceso articulado para la gestión de restitución de los derechos territoriales. En ese sentido, la entidad realizó un estudio preliminar, generando espacios de diálogo y participación en la comunidad de La Peña de los Indios para socializar la ruta colectiva de restitución. Con esta comunidad se logró la suscripción de un convenio para el ejercicio participativo de caracterización de afectaciones territoriales por parte de los propios wiwas, paso legal dado por las autoridades indígenas y la dirección de Asuntos Étnicos (DAE) de la URT.
El convenio, que va hasta mediados de diciembre de 2023, propicia la interacción socio-comunitaria en el territorio ancestral, lugar al que se desplazan constantemente funcionarios de la URT Cesar, La Guajira, en cabeza de la directora territorial, Astrid Navarro Rodríguez, quien dirigió el encuentro para la socialización de las generalidades y ventajas del convenio en ejecución con las comunidades wiwas, acto de diálogo armónico que refuerza la promoción de las herramientas efectivas para la participación, con respeto a la autonomía de este pueblo indígena.
“En este territorio ancestral reafirmamos nuestro compromiso como entidad que nace en el marco legal para dar atención especial integral a las víctimas del conflicto armado, como son precisamente las comunidades wiwas que por años fueron sometidas a hechos victimizantes y al despojo sistemático de su territorialidad ancestral. Esas son las razones que motivan a agotar todos los esfuerzos para restituirles sus derechos colectivos a partir de la caracterización de las afectaciones, medioambientales, sociales, culturales, económico-productivas y las que sufrieron nuestros hermanos indígenas”, concluyó Navarro Rodríguez.
La directora de la URT para el Cesar y La Guajira agregó que parte de las afectaciones reconocidas en territorio Wiwa, se relacionan con el acceso a los afluentes naturales del río Ranchería, cuerpo de agua dulce al que le fue construida una represa en la Sierra, lo cual afectó a las comunidades indígenas. De igual manera, Navarro Rodríguez indicó que, por causa del desplazamiento, los Wiwas de la zona corregimental de La Peña de los Indios y de zonas adyacentes en el departamento, quedaron por fuera del resguardo.