En las últimas semanas las altas temperaturas estuvieron presentes en gran parte de Colombia, y la sensación térmica se disparó en lugares como la región Caribe y el Archipiélago de San Andrés y Providencia, con temporadas de menos lluvias que en esas zonas irán hasta el mes de junio.
Esta situación se puso en manifiesto en municipios como el Guamo, Bolívar, que reportó la temperatura más alta de todo el país con 41° centígrados y una sensación térmica de 44°. En Bogotá, por ejemplo, la temperatura más alta de la última semana se presentó el domingo, con una media de 22,9°.
“Llevamos en estos momentos entre cuatro y cinco días de tiempo seco y menos lluvias en la región Andina, Pacífica, la Orinoquía, el Norte de la Amazonía por una afectación de una onda que se llama la Madden y Julián que favorece el tiempo seco en estas regiones”, explicó la Mayor Diana C. Rueda, jefe de la oficina de pronósticos y alertas del Ideam.
Según explicó la Mayor Rueda, el Ideam está haciendo un monitoreo desde el año pasado ante un posible fenómeno de El Niño. “Hoy tenemos 62 % de ocurrencia para el segundo semestre de este evento, no es un porcentaje muy alto, pero nos empieza a generar alarmas para preparación en caso de que se dé”.
El modelamiento numérico internacional muestra que, a partir de septiembre y a principios de marzo de 2024, será cuando se presenten las temperaturas más altas y asociadas al fenómeno.
El reporte con corte al domingo 7 de mayo mostró que hay 567 municipios con amenaza por incendios en la cobertura vegetal, de los cuales 93 tienen alerta roja, concentrados en la alta Guajira, Norte de Santander y algunas zonas de la región Andina. Eso equivale a 51,3 % de los municipios que, según los datos del Dane, son 1.104.
“Con solo tres días de ocurrencia de menos lluvia ya se tiene golpes de calor y afectaciones en cultivos, pero este es un buen momento para empezar a tomar decisiones en temas de preparación. Los incendios empiezan a tener mayor peso en el servicio de pronósticos y alertas del Ideam, ya no son los deslizamientos y crecientes súbitas de ríos, sino que empiezan a haber alertas por incendios forestales”, explicó.
La Unidad Nacional de Gestión de Riesgo (Ungrd) tiene unos planes de articulación con los comités departamentales en los que deben hacer la preparación y mitigación para casos específicos. “Un fenómeno de El Niño sin preparación se ve reflejado en menos agua, menos cultivos, en poca seguridad alimentaria para todos nosotros”, agregó.
La experta señaló que, aunque en marzo del próximo año se esperan las temperaturas más altas, ningún servicio meteorológico sabe a ciencia cierta cuánto puede durar. “Estos fenómenos a largo plazo requieren de un monitoreo juicioso. Para declarar el fenómeno de El Niño tiene que haber una persistencia de cinco meses con las temperaturas por encima de lo esperado en el Océano Pacífico. Hay que tomar las medidas de mitigación ante la ocurrencia”.
“En el caso de ciudades como Cartagena, Barranquilla y Montería tuvieron temperaturas de hasta 36° y 37°. Esta temporada puede ser mucho más cruda para poblaciones como los pescadores y que viven del agro”, añadió la experta.
Christian Euscátegui, meteorólogo magíster de la Universidad Nacional de Colombia (Unal), asesor de tiempo, clima y sistemas de alerta temprana, explicó que “es muy probable que la segunda quincena de mayo se aproxime a lo normal y en esa medida se espera que en esa quincena retornen las lluvias a buena parte del país. Las señales de evolución hacia Niño ‘recién’ se empiezan a evidenciar en el Pacífico tropical”. (Vía La República).