Luego del análisis de los primeros tres meses del calendario electoral para las elecciones locales de 2023, que arrancó el pasado 29 de octubre con los procesos de inscripción de cédulas y grupos significativos de ciudadanos., se muestra cómo, en comparación con las anteriores elecciones locales, con el inicio del calendario electoral para los comicios locales de este año, ya se empieza a evidenciar un recrudecimiento de la violencia pues, entre el 29 de octubre del 2022 y el 29 de enero de 2022, se registraron un total de 128 hechos de violencia contra líderes y lideresas políticas, sociales y comunales, siendo Santander, Cauca, Bogotá, Antioquia y Nariño los territorios más afectados. Dicho total representa un incremento de 93.3 % en comparación con el 2019, en que se registraron 66.
Asimismo, se analizó la violencia a partir del 1 de enero del 2023, día en que iniciaron los ceses al fuego bilaterales con 4 grupos armados ilegales. En este primer mes del año se evidenció una reducción de los hechos de violencia tanto contra liderazgos sociales, políticos y comunales como en el número de acciones armadas por parte de los grupos armados ilegales.
Sin embargo, se recalcan los incumplimientos al cese al fuego en varias regiones del país y el riesgo de violencia que aún perdura en municipios con fuerte presencia de grupos armados ilegales. En particular los departamentos de Antioquia, Arauca, Atlántico, Bolívar, Cauca, Magdalena, Nariño, Norte de Santander y Valle del Cauca continuaron siendo focos de violencia en el país y reclaman una intervención urgente e integral por parte de la institucionalidad.
En enero de 2023 se registraron 35 hechos de violencia contra líderes políticos, sociales y comunales (24 amenazas, 4 atentados, 6 asesinatos y 1 hecho de violencia contra la mujer en política), que representan una reducción del 16.7% respecto de los 42 registros de enero de 2019. Siendo especialmente llamativa la reducción de los asesinatos que pasaron de ser 16 a 6. A pesar de ello, resulta preocupante que la violencia contra líderes y lideresas políticos se mantiene, con el agravante de que los hechos letales en su contra incrementaron en un 66.7% (al pasar de 3 a 5).
Sumado a ello, en el marco del cese al fuego, tuvieron lugar un total de 54 amedrentamientos y 52 acciones armadas por parte de grupos armados ilegales – GAI. En comparación con diciembre y con ánimo de identificar el impacto del cese al fuego, enero significó una reducción de 32.9 % en las acciones armadas de los GAI, pero un incremento de 74.2 % en los amedrentamientos. Hecho que puede evidenciar que, aunque un periodo de cese al fuego tiene un impacto en términos del número de registros de acciones armadas entre el Estado y las estructuras armadas no estatales, ello no representa un debilitamiento en el control social ejercido por las últimas.