El 21,6 % de los cubanos tenía más de 60 años al cierre de 2022 tras convertirse este segmento poblacional en el único que creció el año pasado, informó este viernes el diario oficial Granma.
La cifra, extraída de un informe presentado por el primer ministro, Manuel Marrero, representa a casi 2,4 millones de personas en estas edades en la nación caribeña, que se mantiene, así como uno de los países más envejecidos de América Latina.
El medio digital oficial Cubadebate aseguró por su parte que «Cuba continúa con un proceso de envejecimiento demográfico acelerado», con «un crecimiento poblacional total y natural negativo, el aumento del número de defunciones y la disminución de los nacidos vivos», además de perder población en edad laboral.
Entre las causas del marcado envejecimiento poblacional, la información de Granma aludió a «la evolución conjunta de variables referidas a la fecundidad, mortalidad y migraciones internas».
Refirió asimismo que el panorama demográfico es parecido al de países desarrollados, «pero con las características de una sociedad y economía en vías de desarrollo y bajo el impacto del fuerte bloqueo (embargo) de EE.UU.».
«Atendiendo a esta realidad, este año los gobiernos territoriales destinarán más recursos para la construcción y mantenimiento de círculos infantiles, hogares de ancianos, hogares maternos y casas de abuelos, la construcción de viviendas para madres con tres hijos o más, así como necesidades habitacionales», según Granma.
Para ello, el gobierno aprobó un presupuesto de 2.113.000 pesos cubanos (cup), unos 50 millones dólares al cambio oficial de 24 cup por billete verde.
Los cubanos de la tercera edad representarán el 30 % para el año 2030, según las previsiones oficiales.
Cuba, con 11,1 millones de habitantes, se proyecta como el noveno país con la mayor población de ancianos del mundo para el año 2050, si se cumplen los pronósticos actuales.
El país atraviesa una grave crisis económica desde hace más de dos años, reflejada en una profunda escasez de alimentos, medicinas y combustible, frecuentes apagones y una inflación galopante, lo que ha llevado a muchos jóvenes a emigrar.
Solo el año pasado Cuba perdió alrededor de un 3 % de su población, en su mayoría jóvenes formados en edad de trabajar y tener hijos, personas que marcharon a EE. UU., España y México, entre otros destinos. (EFE).