La cefalea tensional es el tipo más común de dolor de cabeza.
Quienes la padecen la describen como la sensación de llevar una banda muy apretada alrededor de la cabeza, al punto que dificulta realizar distintas actividades cotidianas. Aquí veremos por qué ocurre este problema, cómo se diferencia de otros dolores de cabeza y qué se puede hacer para aliviarlo.
Cuáles son las causas de la cefalea tensional
Aunque la cefalea tensional es el tipo más común de dolor de cabeza, sus causas aún no se comprenden totalmente.
Se solía pensar que se debía a contracciones musculares en la cara, cuello y cuero cabelludo, sin embargo, recientes investigaciones han puesto en duda esta idea.
Actualmente, la teoría más aceptada es que las personas que padecen cefalea tensional pueden tener un sistema del dolor más sensibilizado. Los desencadenantes para este tipo de dolor de cabeza son muchos:
Consumir alcohol o cafeína en exceso
Cualquier actividad que obligue a la cabeza a mantener una sola posición durante mucho tiempo.
Dormir en habitaciones frías o con el cuello en una posición anormal.
Padecer resfriados, gripes o infecciones sinusales.
Soportar constantes exposiciones a estrés físico o emocional.
Tener fatiga o someterse a un esfuerzo excesivo.
Tener problemas dentales, como una mandíbula muy apretada o rechinar los dientes.
Qué síntomas provoca
Existen muchos tipos de cefaleas que se diferencian por la zona en las que se presenta dolor o molestias:
Cefalea de los senos paranasales: el dolor generalmente se presenta detrás de la frente y/o pómulos.
Cefalea en brotes: el dolor se presenta en y alrededor de un ojo.
Migraña: el dolor, que generalmente se concentra en un lado de la cada, se ve acompañado por náuseas y cambios visuales.
Alimentos y bebidas que ayudan a calmar el dolor de cabeza
En cambio, la cefalea tensional se caracteriza por provocar un dolor sordo, similar a una presión alrededor de la cabeza, aunque también puede estar focalizado en un punto o en el cuero cabelludo. A su vez, la cefalea tensional puede ser:
Ocasional: los dolores de cabeza pueden durar 30 minutos, y se producen menos de 15 días por mes, durante al menos tres meses.
Crónica: los dolores de cabeza duran horas y pueden ser constantes. Se producen 15 días o más en un mes, durante al menos tres meses.
Cómo se diagnostica una cefalea tensional
Si presentas alguno de los síntomas antes desarrollados, deberás consultar a un médico. Este puede recurrir a diferentes exámenes y análisis para detectar el tipo y causa de las cefaleas:
Imágenes por resonancia magnética: combina un campo magnético, ondas de radio y tecnología informática para producir imágenes claras.
Tomografía computarizada: es un procedimiento de diagnóstico por imágenes que usa una serie de rayos X dirigidos por computadora que proporcionan una imagen completa del cerebro.
Descripción del dolor: el médico te preguntará si el dolor es constante y sordo, o agudo y punzante; si permite realizar actividades durante su presencia, o dónde se ubica en la cabeza.
Qué tratamientos existen para el dolor de cabeza tensional
Afortunadamente, existen muchas opciones para aliviar el malestar provocado por una cefalea tensional. Por ejemplo, un profesional de la salud puede recomendar usar medicamentos, con o sin receta:
Analgésicos: aspirina, ibuprofeno (Advil, Motrin IB y otros) o naproxeno sódico (Aleve), entre otros.
Tripanos y narcóticos: se usan en muy pocas ocasiones debido a sus efectos secundarios y la posibilidad de generar dependencia.
Combinación de medicamentos: ciertos fármacos, como la aspirina o el acetaminofén (Tylenol, entre otros) o ambos, con frecuencia se combinan con cafeína o un fármaco sedante en un solo medicamento. Este tipo de medicamentos combinados pueden ser más eficaces que los analgésicos de un solo ingrediente.
A pesar de su efectividad, los expertos advierten que el uso repetido de este tipo de medicamentos (principalmente cuando son sin receta médica) puede causar otros tipos de dolores de cabeza. Por ello, un tratamiento muy recomendado para aliviar el dolor de la cefalea es realizar cambios en el estilo de vida, principalmente:
Controlar el estrés: tómate tiempo para relajarte, planifica y organiza tu día con antelación.
Hacer ejercicio regularmente.
Mantener una dieta saludable: rica en frutas, vegetales, cereales y legumbres.
Corregir la postura: esto ayudará a evitar que los músculos se tensen. Al ponerte de pie, mantén los hombros hacia atrás y tu cabeza nivelada, retrae el abdomen y los glúteos. Cuando te sientes, asegúrate de que tus muslos estén paralelos al piso y que tu cabeza no adopte una posición encorvada hacia adelante.
También puedes recurrir a aplicar frío (envolviendo hielos o usando una compresa) o calor (mediante almohadillas térmicas o toallas calientes) en las zonas adoloridas de la cabeza.
La medicina alternativa también suele ser vista como una opción para aliviar los dolores provocados por la cefalea. Existe evidencia que señala que técnicas como la acupuntura, masoterapia o respiración profunda, pueden usarse con resultados positivos como complemento de los tratamientos médicos para aliviar el dolor de cabeza.
Si bien todos estos tratamientos son muy efectivos para aliviar los dolores de cabeza tensionales, los expertos resaltan la importancia de trabajar en la prevención de las cefaleas. Para ello, ten en cuenta:
Entrenamiento de biorretroalimentación: técnicas que sirven para controlar determinadas respuestas del cuerpo y que ayudan a reducir el dolor.
Terapia cognitivo conductual: ayuda a aprender a controlar el estrés y a reducir la frecuencia y gravedad de los dolores de cabeza.
Otras técnicas de relajación: yoga, respiración profunda, meditación o relajación muscular progresiva, son técnicas que favorecen la relajación y reducen el riesgo de cefaleas.
Los profesionales de la salud también aconsejan:
Dormir los suficiente todos los días, de ser posible en horarios regulares.
No fumar.
Beber mucha agua.
Limitar el consumo de alcohol, cafeína y azúcar.
Riesgos para la salud
Normalmente, las cefaleas tensionales responden bien al tratamiento médico, sin embargo, si estas no se tratan, a la larga pueden causar diferentes problemas, como afectar el desempeño laboral y la calidad de vida en general.
Casos de cefalea tensional
Es difícil determinar el número de cefaleas que ocurren cada año, debido a que no suelen reconocerse correctamente, se subestiman o a que gran parte de los afectados recurren a la automedicación para aliviar el dolor, sin dejar registro de esta afección.
Sin embargo, se estima que casi la mitad de los adultos en el mundo ha sufrido cefalea al menos una vez por año. A su vez, solo una minoría de las personas que la sufren reciben un diagnóstico y tratamiento apropiado. (HolaDoctor.com).