Cada 2 de junio en Colombia se conmemora el Día Nacional del Campesino, una oportunidad para reconocer el rol de esta labor en el desarrollo económico del país, la seguridad alimentaria y la preservación de las tradiciones culturales del área rural. En el marco de esta fecha es importante recordar la relevancia de tener un agro sostenible para los agricultores a través de buenas prácticas agrícolas, la contribución a la digitalización y la creación de herramientas y servicios que mejoren la calidad de vida del agricultor.
Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el sector agrícola es actualmente el mayor empleador del mundo y el sector económico más grande para muchos países, produciendo el 80 % de todos los alimentos en el planeta. Sin embargo, ante los retos que enfrentamos como el cambio climático, desde el segundo objetivo de desarrollo sostenible (ODS 2) se busca garantizar que las personas puedan tener acceso a suficientes alimentos nutritivos, manteniendo los recursos naturales, salvaguardando la biodiversidad y transformando los sistemas de producción de alimentos y el sector rural, a la vez que se aumenta la productividad y los ingresos de los pequeños agricultores.
Para responder a estas necesidades, Vanessa Villarreal, gerente de marketing estratégico de Soluciones para la Agricultura en BASF para norte de Latinoamérica, menciona 4 prácticas principales que se deben fomentar en el sector industrial para apoyar la labor agrícola y su sostenibilidad en el país:
1. Generación de conocimiento: brindar información a los agricultores constantemente es una de las formas de dar valor agregado como industria. Los talleres y capacitaciones regulares pueden brindar al agricultor entendimiento para lograr mayor eficiencia en sus procesos productivos.
Aunque la coyuntura actual ha limitado la posibilidad de realizar encuentros presenciales, hoy es posible poner al alcance de los pequeños agricultores diferentes herramientas TIC para crear encuentros virtuales y mantener el contacto regular.
2. Impulsar la digitalización: la digitalización del agro es una necesidad que se ha visto exacerbada por la nueva normalidad del COVID-19. De esta manera, las compañías han optado por crear aplicaciones móviles, sin necesidad de acceso a internet, para poner a disposición de los agricultores con el propósito de brindar conocimiento e información sobre soluciones, tratamientos y equipos técnicos que permitan prevenir y tener un control efectivo de enfermedades, plagas y malezas, optimizando así sus procesos de producción y facilitando su trabajo en el día a día.
“El desarrollo de herramientas digitales responde a la necesidad de ofrecer soluciones cada vez más innovadoras y sostenibles que hagan al campo más eficiente y productivo.” agrega Villarreal.
3. Acompañamiento en el territorio: si bien en el último año realizar visitas presenciales a los agricultores ha sido difícil ante las restricciones, mantener el trabajo de campo es clave para el crecimiento del agricultor y para mejorar sus relaciones con el resto de la cadena de valor. Es así como por medio de encuentros en el territorio se pueden brindar capacitaciones de buenas prácticas agrícolas, asesorías y seguimiento de los cultivos para evaluar el desempeño del sistema productivo y alentarlos a implementar prácticas más sostenibles.
4. Fomentar espacios de mercado justos: al ser todavía el eslabón de la cadena de producción que menos ingresos recibe por su trabajo, aun cuando generan un alto valor agregado, existe la necesidad de apoyar la creación de entornos de mercado más amigables para los pequeños productores. Bajo la creación de modelos más cercanos y directos a los consumidores se podrá ofrecer precios justos y transparentes que mejoren su calidad de vida y remuneren adecuadamente su trabajo y sus inversiones, sin intervención de otros actores.
“Es necesario lograr que en las próximas décadas el sistema de producción agrícola sea más eficiente y reduzca su impacto ambiental; esta tarea debe ser un trabajo conjunto entre productores, el gobierno nacional y local, y las compañías que intervenimos en la cadena de suministros. Hoy más que nunca debemos seguir trabajando por la búsqueda del equilibrio del agro, pues es la actividad del futuro capaz de garantizar la seguridad alimentaria del país y el mundo”, concluye Villarreal.